El próximo 2 de junio, la Universidad Nacional (UNA), Campus Liberia cumplirá un año de abrir las puertas del Sendero Los Matapalos, nombre que se denominó en alusión a la colección de árboles Matapalos, Higuerones o Fictus que abundan en el lugar.
Tras un año de operaciones y con ayuda del voluntariado ambiental del centro universitario, se llevó a cabo esta iniciativa con el fin de divulgar sobre las acciones ambientales que se realizan dentro del campus, pero además de inculcar en la población no solo a la guanacasteca sino del país, sobre la importancia del cuido del medio ambiente.
Hace 110 años, la zona en la que se ubica la UNA Campus Liberia, era meramente una finca que pertenecía al Instituto de Guanacaste y que con el pasar de los años se regeneró y se convirtió en bosque. Actualmente de las 15 hectáreas que ocupa la UNA en este cantón, 8 de ellas están destinadas a una zona de bosque secundario ubicado detrás del campus.
“Por esta razón decidimos implementar en ese bosque un proyecto de uso y de manejo sostenible con algunos chicos del voluntariado ambiental, por lo que nos dimos a la tarea de habilitar el sendero y de realizar rutas pero más que todo para estudiantes de la universidad, sin embargo, iniciamos con dos rutas una larga y una corta para la población”, comentó el MEd. Wagner Castro Castillo, Director Académico y coordinador del Programa de Gestión Ambiental Institucional del Campus Liberia de la Universidad Nacional (UNA).
Ambas rutas dan inicio detrás del campus, y pueden tardar hasta dos horas en recorrerse. En ellas se pueden observar distintas especies de aves, de reptiles y una gran colección de árboles endémicos de la zona y otros nuevos que poco a poco se han ido sembrando para interés biológico.
Cabe destacar que en el sendero, existen más de 70 especies de aves, algunas de ellas son residentes y otras son migratorias. Todas y cada una de ellas está debidamente documentada y fotografiada, para formar parte del inventario de biodiversidad del campus. “Para llevar el control de las especies, se hacen exploraciones continuas en el campo para “apajarear”, y se hacen grupos de estudiantes con las cámaras para registrar los distintos tipos de aves y se identifican con una guía de aves de Costa Rica”, explicó el Director, quien agregó que entre los mamíferos y vertebrados en el campus hay aproximadamente 16 tipos mientras que en cuanto a las especies de árboles existen 74 distintas.
Las rutas comienzan con abejas ancestrales y en peligro de extinción
Detrás del campus está la presencia del exuberante bosque que ofrece una gran colección de aves, mamíferos o vertebrados terrestres y casi 80 especies de árboles.
Antes de entrar al recorrido por el sendero, hay un Meliponario con cinco especies distintas de la familia de Abejas Meliponini, es decir sin aguijón, todas en peligro de extinción. El primer Meliponario se realizó en el 2016 con una colmena que fue creciendo con los años. Actualmente se encuentra detrás de la biblioteca.
La familia Meliponini, es nativa de Mesoamérica. Físicamente, es una abeja grande y rayada, comúnmente confundida con la abeja Api Melífera (nativa de Europa e introducida a América) por su parecido a simple vista, no obstante, la Jicote al ser una abeja nativa no tiene aguijón. En la piquera o entrada de la colmena, se suele encontrar solo una abeja guardiana, encargada de custodiar la colmena. Esta piquera tiene forma de estrella, por lo también se le llama Jicote Estrella.
La abeja Jicote de Gato por su parte tiene un comportamiento tímido ante la presencia de humanos y en Costa Rica sólo se ha observado en las provincias de Puntarenas, San José, Alajuela y Guanacaste. En el Campus Liberia, existen dos colmenas de este tipo, una se encuentra en un tronco en su estado natural y la otra en una caja racional tecnificada, fabricada para la comercialización de su miel, ambas son actores principales del Meliponario Nahua, además se ha tenido la llegada colmenas silvestres externas de esta misma especie a competir por el tronco.
“La importancia de contar con estas colmenas es la conservación y la preservación de las especies”, agregó Castro.
¿Cómo son las rutas?
La ruta corta abarca 610 metros y la ruta larga 1450 metros. En total el trayecto es de 2200 metros. Ambas cuentan por dos tipos de vegetación: bosque secundario y un bosque en proceso de re-forestación. Por sus características se puede realizar caminatas, observación de aves, estudios a nivel de ecosistemas, entre otras actividades. Para visitar el Sendero Los Matapalos es necesario contactar a la UNA Campus Liberia. Al ser un recorrido académico, la entrada es gratuita, libre y apta para cualquier edad. Se recomienda que los grupos de visitantes no sobrepasen las 12 personas, sin embargo, de presentarse algún grupo mayor, se subdivide para una mejor inducción.
Una vez que se ingresa, al visitante lo recibirá un estudiante voluntario, que lo acompañará dentro del sendero y explicará sobre las especies de abejas, de aves, árboles e historia del lugar como parte cultural del lugar.
“El sendero es muy plano, y se mantiene muy limpio por lo que no hay ningún tipo de peligro. El lugar tiene algunos indicios dentro del sendero, que en tiempos pasados era una hacienda y tiene elementos como bebederos de ganado, que son evidencias e historias muy bonitas y las cuales son explicadas por el estudiante guía”, explicó el académico.
“La apertura del sendero nos da una oportunidad para divulgar las acciones ambientales que se realizan desde la universidad, pero sobre todo se sensibiliza a las personas sobre el cuido del medio ambiente. Estamos contentos por la visitación que hemos tenido durante este año, e invitamos a las personas para que cuando la situación de emergencia se normalice visiten el campus incluso en familia y así aprendan sobre el cuido medioambiental”, finalizó el Director.