El precio de la tierra sigue alto en Guanacaste, no con los mismos niveles al experimentado previo a la recesión, sin embargo, se ha convertido en la piedra en el zapato para que la actividad inmobiliaria empiece a sentir signos reales de recuperación en algunas zonas de la provincia.
Según el criterio de varios corredores in- mobiliarios la recesión no contribuyó a mermar las prácticas de usura y la elimina- ción de la especulación. Hay quienes van más allá y aseguran que existe toda una organización “mafiosa” dedicada a inflar los precios de manera artificial.
Sobre este tema, la Cámara de Corredores de Bienes Raíces asegura que si bien se ha venido haciendo un trabajo de parte de sus miembros en reducir los precios de las pro- piedades para ganar mercado, hay quienes operan de manera informal y siguen especulando.
Aleyda Bonilla, directora ejecutiva de la cámara, ejemplificó esta situación con el caso de un lote ubicado en zona costera. Por ejemplo su metro cuadrado se vende a $50, tiempo después su dueño lo vende en el doble y se ha llegado a vender ese mismo metro cuadrado hasta por $1000, un precio que posiblemente no es real.
En ese sentido, la representante indicó que además de los corredores informales los mismos dueños también propician precios distorsionados en sus propiedades. No obstante, hoy día no gozan con la misma suerte a la hora de colocarlos como cuando estaba la burbuja en su máximo apogeo.
Esta situación podría ser controlada si en el país se manejara información estadística oficial con datos que brinden una luz sobre un estimado en el precio de la tierra por ubicación.
Asimismo algunos especialistas en materia inmobiliaria aseguran que el abuso en los precios se mantiene porque los bancos no dejaron de colocar créditos.
La burbuja se concentra principalmente en el segmento de venta de casas, condominios y lotes y a diferencia de años previos a la recesión el inversionista hoy día no paga caprichos.
Lo anterior es respaldado con datos de co- locación de créditos en vivienda del Banco Central, que indica que entre el 2010 y el 2011 se colocaron ¢335.000 millones para casas, pero en el 2012 cayó a ¢175.000 millones. No obstante esta merma, la tendencia del saldo colocado es al alza.
La Cámara de Corredores da cuenta de que de 400 corredores extranjeros que se instalaron en Hermosa de Guanacaste, hoy quedan 40.
Sobre el futuro del sector inmobiliario, hay quienes consideran que las nuevas disposiciones del Banco Central para reducir la colocación de créditos en dólares e incentivar el endeudamiento en colones incidirán inevitablemente en los precios, aunque estos seguirán ofreciéndose en dólares.
Además, con la presencia de torres de casas y edificios (oficinas y comerciales) vacíos, sus dueños no tendrán otra opción que bajar el valor a precios más reales.
Precisamente, a raíz de esta situación, mu- chos que adquirieron propiedades no pu- dieron pagar y hoy existe una amplia oferta de propiedades las cuales están siendo rematadas por los bancos, en especial en Guanacaste y Puntarenas.
Un ejemplo de ello es el Banco Popular que tienen disponible más de 400 bienes a la venta. Por su parte el Banco Nacional