El pasado 21 y 22 de julio, en el Campus La Flor de la EARTH, en Liberia, se llevó a cabo el foro “Guanacaste 911, un llamado a la acción”, por parte del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), con el cual se buscó sensibilizar a los productores de la región Chorotega, sobre la importancia de adoptar nuevas estrategias productivas para mitigar los efectos continuos provocados por el cambio climático.
El foro contó con la presencia de más de 100 productores, a quienes se les expuso sobre los programas gubernamentales disponibles para mejorar el manejo de la tierra y del recurso hídrico, así como la experiencia de Israel, el cual es conocido como la potencia mundial en el desarrollo de tecnología para minimizar el impacto productivo en el ambiente.
Durante la actividad se presentó el “Diagnóstico de Comunidades en el Corredor Seco Costarricense y Estrategias para el Desarrollo”, elaborado por el experto israelí Yosef Gotlieb y la Universidad de Costa Rica; el cual evidencia las sensibles consecuencias del cambio climático en la región Chorotega.
“Las tecnologías israelíes permiten a los países hacer frente a los desafíos de la sequía y la producción de alimentos. Estamos compartiendo con el sector agrícola de Costa Rica, herramientas agrícolas de precisión que incluyen comunicaciones por satélite, drones y aplicaciones, así como sistemas de riego que ahorran el 65% del agua y los sistemas de desalinización y la reutilización del agua que permiten usar cada litro de agua aproximadamente 1.85 veces más”, afirmó Amir Ofek, Embajador de Israel.
El estudio indica que de las regiones de Centroamérica analizadas, Guanacaste presenta el mayor porcentaje de reforestación, sin embargo, el 48% de su superficie está destinada a pastos para ganadería que implican ausencia de árboles, cantidad de comida y agua que demandan los animales y emisiones de gases de bovinos, todo lo cual contribuye con el aumento de los efectos negativos.
Además, la provincia muestra una creciente escasez de agua, degradación de tierras, inundaciones y sequías, pocas oportunidades económicas, desempleo, migración, carencia de servicios sociales y públicos, un sentimiento de marginación en los habitantes y la preocupación por una mejorar la calidad de vida de sus familias.
El estudio también demostró que la sequía y la disminución de las precipitaciones están causando pérdidas en la producción de granos básicos, ganado, leche y cultivos no tradicionales, situación que se agravó con eventos extremos como las tormentas Otto y Nate.