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Emergen nuevas propuestas residenciales y comerciales conceptualizadas para aprovechar el entorno con el uso de materiales más respetuosos con el medio ambiente.

El bambú es un material que se está aprovechando en la construcción por su versatilidad y excelentes propiedades estructurales y de aislamiento. Crédito: Freepick

Entre el sol abrasador del Pacífico y los vientos que recorren las llanuras de Guanacaste, la arquitectura ha encontrado un aliado en la naturaleza. Como un diálogo entre el entorno y el ingenio humano, la arquitectura sostenible ha evolucionado para no solo adaptarse a su entorno, sino para fusionarse con él. En los últimos años, este enfoque ha cobrado especial relevancia en la provincia, donde el diseño bioclimático y la arquitectura regenerativa han permitido la creación de edificaciones que respetan y potencian los recursos naturales, minimizando el impacto ambiental y promoviendo la eficiencia energética.

Se trata de un enfoque que busca integrar elementos naturales, como la luz solar y la ventilación cruzada, para lograr una cli matización eficiente sin recurrir excesivamente a sistemas mecánicos. A su vez, la arquitectura regenerativa no solo minimiza el impacto ambiental de las construcciones, sino que también busca mejorar el ecosistema circundante, regenerando los recursos naturales y promoviendo un equilibrio entre urbanización y naturaleza.

En Guanacaste, estudios como Studio Saxe han adoptado estos principios para desarrollar proyectos que no solo se adaptan al entorno, sino que lo potencian. Su enfoque en el diseño bioclimático permite integrar las edificaciones con la naturaleza, maximizando el uso de recursos locales y minimizando el consumo energético. Esta visión se complementa con la innovación en materiales, un aspecto clave en la evolución de la arquitectura sostenible.

Uno de los avances más destacados en este ámbito es el biohormigón, un material revolucionario capaz de auto repararse. Gracias a la incorporación de bacterias que, al entrar en contacto con el agua, generan carbonato de calcio, las grietas se sellan de manera autónoma, prolongando la vida útil de las estructuras y reduciendo la necesidad de mantenimiento.

Otra tendencia en auge es la construcción modular, que ofrece so luciones sostenibles y eficientes. Este método permite reducir significativamente los residuos y los tiempos de construcción, además de facilitar la reutilización de módulos en distintos proyectos. A esto se suma la creciente incorporación de tecnologías inteligentes en los edificios, con sistemas de domótica avanzada que optimizan el control de iluminación, climatización y seguridad, reduciendo el consumo energético y mejorando la calidad de vida de los ocupantes.

En cuanto a materiales recomendados para la construcción sostenible, el bambú y el cáñamo están ganando popularidad debido a su rápido crecimiento, versatilidad y excelentes propiedades estructurales y de aislamiento, explicó el Arq. Fernando Corrales. El uso de hormigón reciclado también contribuye a la reducción del consumo de recursos naturales y la energía empleada en su producción, disminuyendo así la huella ambiental de las edificaciones.

Para garantizar la sostenibilidad de un proyecto arquitectónico, es esencial evaluar el origen, proceso de fabricación y capacidad de reciclaje de los materiales seleccionados. Optar por insumos loca les y reciclados no solo minimiza el impacto ambiental, sino que también puede reducir costos asociados a la importación y el transporte. Además, considerar la durabilidad y eficiencia energética de los materiales asegura que el proyecto sea sostenible a largo plazo.

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