Supermercado Luperón con la misma fuerza y deseos de superación que sus fundadores, en un local de menos de 50 metros cuadrados y frente a la plaza de la comunidad.
Con el paso del tiempo el local experimentó cuatro ampliaciones. En el año 2001 se trasladó a su ubicación actual; siete años después abrió en Playa Hermosa y en el 2011 fue relanzado el supermercado ubicado en Barrio La Chorrera.
Luperón se caracterizó por ser uno de los supermercados con mayor surtido de productos en la región, tanto locales como importados, de gama alta para todo tipo de clientela.
Su dinamismo ha contribuido positivamente en la generación de empleo, al pasar de 20 colaboradores en el año 2000 a más de 90 en 2008.
Este negocio guanacasteco ha sabido sortear los vaivenes de la economía, principalmente cuando la crisis impactó la provincia con una merma del turismo y de la actividad inmobiliaria.
Pese a esta coyuntura, la empresa se ha mantenido vigente, aun cuando hoy enfrenta competidores antes inexistentes de escala internacional. Su formula para colocarse como referente en el mercado del retail se basa en afianzar las relaciones con sus clientes, apoyar al pequeño comercio, atender necesidades de villas, casas de alquiler y restaurantes, brindando las facilidades para reabasterse de forma eficaz.
Luperón cuenta además con el Club del Vino desde el año 2010, el cual promueve el conocimiento del vino. El club está abierto para todo el público que desee aprender a tráves de catas dirigidas por los mejores sommeliers del país y en algunas ocasiones, por los propios enólogos de las bodegas más prestigiosas del Viejo y Nuevo Mundo.
Obra social tangible
Luperón ha crecido con el espíritu del guanacasteco, solidario y dispuesto a tender la mano. Esa consciencia social la ha demostrado desde sus origenes, prueba de ello es que cuando se trasladó a la locación de Bulevar, destinó la infraestructura que dejó para alojar las primeras aulas del Colegio Público de Playas del Coco. Don Luis Rivera, uno de los fundadores de Luperón, colaboró también en la construcción de las divisiones de las aulas las cuales vieron pasar decenas de jóvenes, hasta que con el tiempo se logró construir el colegio en su sitio actual.
Don Luis y doña Maritza fueron líderes comunales que siempre lucharon por el pueblo. En muchas ocasiones visitaron diversas instituciones del Estado en San José para hacer cumplir los compromisos de inversión para la construcción de las obras del centro educativo en playas del Coco.
Esa vocación social orientada a ayudar a proyectos educativos se mantiene a la fecha. Por medio de diversas campañas han colaborado en total con 11 escuelas, gracias a alianzas con sus mismos proveedores.
Además de ayudar a las escuelas, Luperón ha extendido su espíritu solidario en otras ocasiones y actividades, por ejemplo: ayuda a los damnificados del Huracán Otto y en el rescate de la música guanacasteca y talento deportivo entre otros.
Desde el punto de vista ambiental, iniciaron acciones vinculadas con la clasificación de los desechos, incluso antes de la campaña “Ambietados”, de la cual hoy forman parte. El producto reciclado fue donado a la Cooperativa de Mujeres Recicladoras de Carrillo. La alianza de trabajo incluía un pago a la cooperativa, y ayuda para transporte de materiales. La alianza ya finalizó, sin embargo, hoy atendienden el servicio de reciclaje con el operador llamado Rasta Recicla y participa activamente en ECOLONES.
En el mes de setiembre llevaron a la comunidad un mensaje de concientización acerca del uso del plástico, por lo cual pretenden reducir la dependencia realizando un cobro simbólico por cada bolsa que se entrega en el supermercado, recursos que serán destinados en una obra ambiental o educativa en la comunidad.
Lucas Rivera Barrera, Copropietario de Luperón, aseguró que el supermercado siempre ha estado involucrado en proyectos comunales de ayuda, anuentes a participar con donaciones económicas, logística o mobiliario. “Los miembros de la Gerencia y Junta Directiva han formado parte de asociaciones de desarrollo, de la Cámara de Turismo de Guanacaste, o de voluntariados como el Club de Leones”, aseguró.
Siendo una empresa familiar, Luperón tiene muy claro su norte seguir creciendo de la mano de Playas del Coco, un destino que se potenciará una vez que entre en operación su acueducto, detonante de para el crecimiento del pueblo.