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Tiago, María Fernanda, Orelys, Joaquín, Andrés, Valeria, Jocsan y Nayat son parte del millón doscientos mil niñas, niños y adolescentes que viven en Costa Rica, a quienes el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) acompaña para que alcancen su desarrollo integral y disfruten de todos sus derechos.

También el PANI apoya a las familias como las de Katherine, Bernardita Abraham, Susana y Pablo para que ofrezcan un entorno protector y garanticen que sus hijos e hijas crezcan seguros, amados y felices.

Pero ¿Quién tiene la responsabilidad de cuidar a las personas menores de edad en este país?

Los especialistas coinciden en que la familia es la principal responsable; sin embargo, cuando las familias no cumplen, le corresponde al Estado y toda su institucionalidad, gestión que debe ser liderada por el Patronato Nacional de la Infancia.

Milena Grillo, cofundadora y directora de Estrategia e Innovación de PANIAMOR indica que “…Por supuesto que la familia. Entrañándose de los derechos de la niñez y la adolescencia, la familia es la primera. Pero la Convención también nos dice que, si la familia no puede, no sabe o no quiere, le corresponde al Estado, con toda su institucionalidad, en primer lugar y a la sociedad”.

El director del Hospital Nacional de Niños, Carlos Jiménez “La familia es la encargada de dar la estimulación temprana y proveer el alimento, abrigo sustancial para las personas menores de edad. De manera que, los dos procesos claves de la pediatría, el crecimiento y el neurodesarrollo, se puedan ir cumpliendo en las diferentes etapas de forma adecuada”.

“La principal responsabilidad le corresponde a la familia. Si las familias, las escuelas y las comunidades funcionaran bien, los niños tendrían sus derechos protegidos y su desarrollo integral garantizado”, agregó Ana Teresa León, expresidenta ejecutiva, docente e investigadora en primera infancia.

¿Cómo acompañar a las familias?

Si bien, en Costa Rica, la gran mayoría de las familias asumen de modo efectivo su función de garantizar el bienestar de los niños y niñas, otras requieren acompañamiento y apoyo para cumplir ese rol. Para ellas, el PANI desarrolla programas preventivos y educativos. 

¿Quién cuida a mis hijos e hijas, mientras trabajo? Esta es una de las mayores preocupaciones de madres y padres. Para ellas, se cuenta con 90 Centros Infantiles de Desarrollo y Atención Integral, en los que 7.323 niños y niñas desarrollan su autonomía y reciben servicios de recreación, cultura y arte, educación, salud y afectividad, entre otros.

Katherine Soto y sus hijos Thiago y María Fernanda ven en el Centro Infantil Sueños de Colores un lugar seguro, donde pueden aprender, compartir, jugar y divertirse, mientras ella trabaja.

¿Cómo ser un buen papá y mamá? Para ello el PANI implementa las Academias de Crianza, a las que asisten 4.799 personas adultas responsables al año, que aprenden sobre crianza y disciplina positiva, autocontrol, relaciones respetuosas, apego seguro, emociones y otros temas clave.

Asimismo, en los Centros de Intervención Temprana, 947 escolares reciben anualmente atención grupal preventiva con el fin de identificar factores de riesgo y contenerlos; además, desarrollan habilidades para la vida, valores, derechos y responsabilidades; al tiempo que se divierten en un espacio seguro y agradable.

Por su parte, en comunidades distantes, vulnerables y con limitado acceso a servicios, el PANI tiene Unidades Móviles que trabajan en un año en procesos socioeducativos con 11.956 niños, niñas y adolescentes. Ahí aprenden sobre comunicación, asertividad, gestión de emociones, creatividad, prevención de situaciones de riesgo.

¿Cómo protejo a mis hijos de los riesgos? 1.460 niños, niñas y adolescentes son parte de los Consejos Participativos del PANI y 40 conforman la Red Nacional de Adolescentes, espacios donde desarrollan competencias para la vida, autocuidado, identidad, liderazgo y sobre todo pertenencia; además, ejercen su derecho a la participación, pero también se fortalecen para enfrentar y prevenir riesgos.

Valeria Cubero del Consejo Participativo de Puntarenas comenta que para ella el PANI es familia, protección, amor y trabajo en equipo.

¿Y la responsabilidad de la comunidad? En Costa Rica, funcionan 85 Subsistemas Locales de Protección y Juntas de Protección a la Niñez y la Adolescencia, que desarrollan proyectos educativos, donde participan 1358 personas menores de edad.

¿Quién me puede aconsejar para atender bien a mis hijos e hijas? El Centro de Orientación e Información (COI) es una plataforma tecnológica, atendida por profesionales, quienes reciben consultas y denuncias a través de las líneas 1147, adolescente madre 800-2262626, el WhatsApp 8989-1147, la página web y todas las redes sociales. El COI trabaja en enlace con el sistema nacional de emergencias 9.1.1. y recibe cerca de 100 mil incidentes por año sobre situaciones violatorias de derechos.

Familias con dificultades para asumir a sus hijos e hijas

A pesar de todo el trabajo preventivo, educativo y de acompañamiento a las familias, algunas no saben cómo cumplir con su rol protector, no tienen la capacidad y unas pocas, no quieren, atender a sus hijos e hijas y es allí donde actúa el Estado.

Durante el 2024, el PANI recibió 94.240 denuncias por supuestos abusos contra 125.709 niños, niñas y adolescentes. Se trata de reportes por maltrato físico, negligencia, abuso emocional, abuso sexual, entre otras violaciones a sus derechos. Algunas de estas situaciones son tan graves que ponen en riesgo sus vidas.

Un total de 18.471 fueron atendidos de forma inmediata en los servicios de emergencias que funcionan las 24 horas del día, todos los días de la semana y en todo el país.

El PANI cuenta con 10 Direcciones Regionales y 58 Oficinas Locales para llevar a cabo la intervención con familias en las hay riegos. Ahí se les brinda atención psicosocial y legal con el fin confirmar o descartar la situación denunciada, identificar los factores protectores y de riesgo, trabajar con las redes de apoyo familiar y comunal y, cuando corresponde, aplicar el Proceso Especial de Protección. 

Esta gestión faculta al PANI a dictar medidas que van desde la orientación, apoyo y seguimiento a la familia, órdenes de tratamiento médico, inclusión de programas especializados como adicción (todas éstas sin que se requiera separar temporalmente a la persona menor de edad de su entorno familiar), hasta medidas de cuido provisional y abrigo temporal, que sí implican separación del grupo familiar en el tanto se llevan a cabo los abordajes correspondiente, incluyendo posible gestiones judiciales.

Cuando se debe tomar la medida extrema de separación, se ubican y protegen, prioritariamente, con recursos familiares o comunales. Para el 2024, el 88% de los niños, niñas y adolescentes se ubicaron en acogimiento familiar subvencionado y no subvencionado, un 9,5% en organizaciones residenciales y solamente un 2,5% en albergues. 

Para la atención especializada, el PANI coordina con 57 organizaciones que trabajan con población con discapacidad, enfermedades crónicas y/o terminales y con cuidados paliativos, adicción, conflictos con la ley, conductas disruptivas, abuso sexual y proyectos de vida independiente. En el caso de adolescentes madres, también se cuenta con un programa que incluye becas, talleres socioformativos y línea gratuita de atención psicológica.

El director del Hospital Nacional de Niños, Carlos Jiménez se refiere a la atención especializada que requieren los niños, niñas y adolescentes con enfermedades crónicas y terminales que están bajo responsabilidad del PANI.

El trabajo del equipo profesional logra que la mayoría de estos niños, niñas y adolescentes regresen con sus familias; sin embargo, hay un grupo que se mantienen bajo la protección institucional, con ellos y ellas se trata, en lo posible, de ubicarlos en una familia adoptiva, una vez que cuentan con la condición de adoptabilidad y la declaratoria de abandono en firme. En el 2024, se ubicaron 91 personas menores de edad con fines adoptivos, de los 107 que tenían ambas condiciones.

Para el desarrollo de todo este trabajo con las familias y las personas menores de edad, el PANI cuenta con un recurso humano de 1630 colaboradores y colaboradoras, un presupuesto de cien mil millones de colones y una ejecución presupuestaria del 93% para el 2024. Sin embargo, estos recursos son limitados para cumplir con el encargo, la demanda social y las violencias.

RESPONDER A LA REALIDAD DE LA NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y FAMILIAS

A la fecha, Costa Rica cuenta con una Política Nacional de la Niñez y la Adolescencia 2024-2032, construida con la participación de los niños, niñas y adolescentes, que plantea la vida en familia y comunidad, la salud, la educación, la cultura, el juego, el deporte, la recreación, la actividad física, el ambiente, la protección especial y la institucionalidad democrática como ejes estratégicos que guían el accionar de las instituciones.

Sin embargo, la sociedad costarricense debe seguir preparándose para responder a la niñez, la adolescencia y las familias, ante el mundo digital, la tecnología, la inteligencia artificial, la salud mental, las violencias y ante una tasa de natalidad que continúa bajando.

Para la presidenta ejecutiva del PANI, Kennly Garza “Nunca antes ha sido la sociedad costarricense tan necesitada de una institución como el PANI, como en estos tiempos; tiempos de grandes complejidades, donde ser papá, mamá, cuidador, responsable y cuando ser persona menor de edad, se ve confrontado con realidades como la tecnología, la globalización, brechas sociales y generacionales, salud, educación y nuevos códigos interrelaciónales que imprimen complejidad a la familia. En este momento, la familia que sigue siendo la llamada a la protección, requiere el acompañamiento y apoyo del PANI con la coadyuvancia de todas las instituciones”.

Hace 95 años, Costa Rica le encargó al PANI cuidar a los niños, niñas y adolescentes y acompañar a sus familias, esto con la colaboración de todas las instituciones; hoy en día, ese encargo sigue vigente, porque cada uno de ellos y ellas es el recurso más valioso que tiene la sociedad y debe ser una prioridad absoluta para Costa Rica.

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