El envejecimiento es un proceso individual y un fenómeno social que concierne a todas las personas, lo cual implica que es imprescindible reflexionar sobre la importancia de envejecer en comunidad y el derecho de las personas mayores a formar parte activa de la sociedad.
Autora: Andrea Dotta, Coordinadora del Proceso de Incidencia y Vigilancia de Derechos Humanos de AGECO.
Imagen ilustrativa tomada de pexels.com
El envejecimiento es un proceso individual y un fenómeno social que concierne a todas las personas, lo cual implica que es imprescindible reflexionar sobre la importancia de envejecer en comunidad y el derecho de las personas mayores a formar parte activa de la sociedad. En las principales normativas, tanto nacionales como internacionales, se hace un llamado a no desarraigar a las personas mayores de los espacios comunales en los cuales han vivido la mayor parte de su vida y donde experimentan su envejecimiento.
Es en la comunidad donde la persona mayor puede aportar a crear un sentido de pertenencia, pues se encuentra inmersa en un espacio que reconoce y que le es familiar. Posiblemente maneja el horario del transporte público, los lugares en donde puede hacer las compras, utiliza los servicios de la municipalidad, las actividades sociales y recreativas que se gestan en los barrios y puede haber creado una red de apoyo vecinal. En este sentido el envejecimiento digno puede fomentarse o verse afectado, en gran medida, debido al entorno en el que se habite.
La soledad no deseada y el aislamiento son realidades que enfrentan muchas personas mayores, y es corresponsabilidad del Estado y de sus instituciones garantizar que cuenten con entornos que fomenten la integración y el bienestar. Las redes de apoyo, la participación en actividades comunitarias y el acceso a espacios inclusivos son fundamentales para garantizar que las personas mayores no enfrenten la vejez en aislamiento. Sin embargo, el viejismo, la falta de infraestructura adecuada y la exclusión social siguen siendo barreras que dificultan su integración plena. A menudo, se refuerza la idea de que la vejez es sinónimo de dependencia y pasividad, cuando en realidad es una etapa en la que las personas pueden y deben seguir contribuyendo activamente a sus comunidades.
La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores reconoce el derecho a la integración social y a la participación en la vida comunitaria como elementos clave para el ejercicio de una ciudadanía plena. El Estado y la sociedad en su conjunto tienen la obligación de generar políticas y espacios que favorezcan el envejecimiento activo, permitiendo que las personas mayores puedan desarrollarse en entornos que fomenten su autonomía, seguridad y participación.
La Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO ha trabajado durante décadas en la promoción de una vejez activa, impulsando iniciativas que fortalecen la convivencia y el sentido de pertenencia y que combaten los mitos, estereotipos y viejismos que generan la discriminación por edad. Esto a partir de espacios de formación y de educación e incluso, mediante actividades recreativas, culturales e intergeneracionales. La organización ha demostrado que envejecer en comunidad es clave para el bienestar emocional, físico y mental. Por medio de sus programas, AGECO brinda herramientas para el desarrollo personal de las personas mayores y fomenta la creación de redes de apoyo que permiten combatir la soledad no deseada y fortalecer los lazos intergeneracionales.
En este 45 aniversario, AGECO reitera la necesidad de que las políticas públicas refuercen su compromiso con la inclusión de las personas mayores. Es fundamental que se garantice el acceso a espacios públicos accesibles, oportunidades de participación en la toma de decisiones y programas que promuevan el encuentro y la interacción social. La creación de comunidades amigables con las personas mayores no solo beneficia a esta población, también fortalece el tejido social en su conjunto, promoviendo sociedades más justas y equitativas.
Mirar las ciudades en diferentes ámbitos desde la óptica de las personas mayores es trascendental y es una apuesta para ir colocando la mirada del envejecimiento en las políticas, planes, programas, bienes y servicios; su operacionalización y evaluación.
Envejecer en comunidad es un derecho y una oportunidad para construir una sociedad más solidaria, intergeneracional y respetuosa con todas las personas sin importar su edad. Es momento de cambiar la mirada hacia la vejez y de reconocerla como una etapa de crecimiento, aprendizaje y de contribución. AGECO, en su 45 aniversario, recuerda que la vejez debe ser sinónimo de dignidad y de oportunidades. Garantizar el derecho a envejecer en comunidad es una responsabilidad de todas y todos