- En el Consejo Presidencial Económico, el Banco Central presentó su Programa Macroeconómico destacando inflación baja y estable.
- Baja inflación servirá de contexto para mayor crecimiento económico.
- Ausencia de reforma fiscal incrementa la deuda del gobierno central: 53% del PIB al finalizar este año.
Las cifras disponibles sobre la evolución pasada y reciente de la producción nacional permiten afirmar categóricamente que la economía costarricense no está pasando por un proceso de recesión. Por el contrario, las proyecciones del Banco Central de Costa Rica indican que para los años 2018 y 2019 el crecimiento económico del país seguirá siendo superior al promedio de los países de América Latina y el Caribe.
Así lo manifestó hoy el gerente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Eduardo Prado, al Consejo Presidencial Económico (CPE). “Según las proyecciones, Costa Rica va a crecer un 3,6% en 2018, mientras que América Latina y el Caribe, así como Brasil, crecerán apenas un 1,9%. El resto del mundo crecerá en 3,9%; a esa última cifra se aproxima nuestro país”, explicó Prado. Asimismo, destacó un aumento en actividades como construcción y financieras.
La entidad bancaria presentó el Programa Macroeconómico 2018-2019 la semana pasada, destacando la permanencia del rango de inflación entre 2% y 4% como compromiso del BCCR de largo plazo.
En esa ocasión, su Junta Directiva anunció la adopción de un esquema monetario flexible de meta de inflación, el cual culmina el proceso de transición iniciado en el 2005. “Con ello formaliza la estrategia de política que ha seguido el Banco Central desde hace varios años, cuyas acciones permitieron reducir gradualmente la inflación desde valores de dos dígitos hasta niveles cercanos a los que muestran nuestros principales socios comerciales. El BCCR continuará dando seguimiento al desempeño de la economía bajo un enfoque integral e incorporará en su análisis el mejor conocimiento de la coyuntura y de la fase del ciclo económico en que se encuentre el país; además, evaluará las distintas opciones de política y su impacto sobre el resto de variables macroeconómicas y realizará, de manera gradual, los ajustes en sus instrumentos de política”, justificó la entidad bancaria.
En cuanto a la balanza de pagos, el gerente Eduardo Prado destacó el hecho de que el superávit de la balanza de servicios con respecto al PIB supera el déficit de la cuenta comercial de bienes, lo que es muy favorable para la posición externa del país. Aunado a lo anterior, los flujos de inversión extranjera directa siguen siendo un apoyo significativo para la sostenibilidad de dicha posición.
Prado indicó que las proyecciones del BCCR no contemplan los efectos de una reforma fiscal ni el uso de contratos de colocación de deuda interna. Por lo tanto, el déficit fiscal cerrará en un alarmante 7,1% del PIB a diciembre del 2018, considerando un escenario conservador en el cual el Ministerio de Hacienda no contaría con nuevos ingresos provenientes del extranjero.
Por su parte, el Vicepresidente de la República y coordinador del Consejo Presidencial Económico, Helio Fallas, agregó que la población aún no percibe el déficit fiscal como un problema, el cual es producto de del incremento en la deuda que, a su vez, ha provocado un aumento sustancial de los intereses. La deuda del gobierno central llegará al 53% del PIB al finalizar el 2018 y para el cierre del 2019 se estima en un 59% del PIB.
“En muchas ocasiones he venido explicando que dentro del marco de una legislación hacendaria obsoleta, el Ministerio de Hacienda aplicó medidas administrativas y ha dado un salto importante en materia tecnológica, lo que ha permitido mejorar el comportamiento de las cifras tanto en gasto como en ingresos. También, contamos con ocho nuevas leyes, que si bien empiezan a dar sus frutos, son solo parte de la propuesta que el Poder Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa desde el 2015 y el país requiere fortalecer el sistema tributario y ordenar el gasto público”, añadió Fallas.