Lechuga, albahaca, culantro, chile dulce, cebollino, pepino, rábano, berenjena y tomates. Estas son hortalizas que producen mujeres de las comunidades costeras del Golfo de Nicoya así como de Cañas y Abangares. Ellas reciben capacitación técnica por parte del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) para estos cultivos que están teniendo una importante demanda por parte de los habitantes de la zona y del sector hotelero.
Esta demanda de productos frescos e inocuos, abrió un importante nicho de mercado para productores que gracias al apoyo del INTA y la empresa privada, se han capacitado e incursionado en cultivados en ambientes protegidos, mediante techitos y micro túneles.
Una visita técnica a los invernaderos Ebenezer en Colorado de Abangares se realizó durante la gira de trabajo que con comunidades, familias, sectores productivos, autoridades locales y nacionales realiza por la provincia de Guanacaste el Presidente de la República Luis Guillermo Solís Rivera y la Primera Dama, Mercedes Peñas Domingo del 20 al 25 de julio.
“Este tipo de proyectos son los que necesitamos seguir impulsado en todo el país, para darles a nuestra población productora las herramientas del conocimiento, la transferencia e innovación, la vinculación con los mercados que les permita generar empleo, obtener competitividad y dar valor agregado a su producción. De esta forma generamos condiciones para mejorar su calidad de vida”, indicó el Presidente Solís Rivera.
Actualmente se trabaja en el mejoramiento de las técnicas de investigación que comenzaron hace 15 años, en los que la opción tecnológica que mayor aceptación ha tenido por parte de los productores son los techos y micro túneles con cobertura plástica, que pasaron de un 13% en el 2008 a un 30% en el 2014. En ese período, Costa Rica pasó su producción en ambientes protegidos de 680 hectáreas a 5.905 hectáreas, según datos del Censo Nacional Agropecuario realizado en el año 2014.
“Uno de los objetivos más importantes del INTA es compartir el conocimiento generado en las investigaciones. Para este fin se ha desarrollado una estrategia de transferencia mediante la implementación de vitrinas tecnológicas, las cuales son módulos productivos que albergan las innovaciones desarrolladas por el Programa de Hortalizas, cuyo fin es que sirvan de modelo para otros productores lo puedan implementar”, manifestó Roberto Ramírez Matarrita, investigador del INTA.
CRECEN PROYECTOS
Como parte de esta iniciativa, en la Región Chorotega se encuentra el grupo “Hortalizas El Níspero”, integrado por ocho mujeres de la comunidad pesquera de El Níspero de Cañas, comunidad que se caracteriza por la escasez de fuentes de trabajo. Este tiene como objetivo transferir tecnologías a los productores de la Península de Nicoya y prepararlos para las oportunidades de comercialización que se presentarán en el futuro Mercado Regional Chorotega.
Una iniciativa público privada, conocida como Hortalizas Ebenezer lo integran ocho mujeres de la zona costera de Abangares. Este grupo inició en el año 2014, produciendo cinco especies hortícolas en una casa de malla de 600 m2, pero gracias al éxito que tuvo, el año pasado, se construyó una segunda casa de malla de 1.200 m2, con fondos de Fomujeres INAMU, CEMEX e INTA.
Este módulo presenta una serie de innovaciones como la utilización de cables que sostienen la malla con memoria de tensión, que permiten mayor resistencia al viento; canoas suspendidas a 0,6 m por cable de fibra de carbono y sistema de recirculación que permite reutilizar un 40% de la solución nutritiva. Tiene un sistema de sombreo que permite mantener durante todo el año una capacidad de producción de 1.500 plantas de hoja al mes (lechuga, cebollino, pack Choi, rábano, culantro de castilla y coyote), las cuales se suman a 1.600 plantas de porte alto (chile dulce, pepino, berenjena y albahaca) que es la capacidad de siembra de la primera estructura. A esta vitrina tecnológica la han visitado cerca de 1.200 personas en un período de tres años.
En Cañas se encuentran dos proyectos adicionales, uno en la comunidad de Paso de Lajas y otro en Nueva Guatemala, que cultivan 10 especies hortícolas y generan empleo a más de 20 mujeres.
En la Isla de Chira-donde habitan más de mil personas-también se impulsa un proyecto hortícola, que pretende ofrecer seis productos frescos para fortalecer la seguridad alimentaria de estas comunidades.
Además, se trabaja con escuelas de los cantones de Cañas y Bagaces, para construir huertas escolares, que promueven el consumo de hortalizas entre los niños y así disminuir los índices de desnutrición y mal nutrición que presentan la mayoría de cantones de Guanacaste.