- Entre el 2019 y 2022 se sacrificaron 116 mil hembras para la exportación.
- Se visualiza un repunte en el stock de animales para el 2025-2026.
En 2023 el hato ganadero nacional se ubicó en 1.510.563 a pesar de un crecimiento importante de las exportaciones de carne, especialmente al mercado chino en años anteriores.
La variación hacia el alza en el inventario supera la expectativa del sector ganadero bovino, considerando que a partir del año 2020 hasta el año 2022 la demanda de carne bovina creció de manera significativa en el mundo, elevando los precios internacionales, y por ende la demanda de animales en pie en Costa Rica, señala Leonardo Murillo, jefe de Investigación y Divulgación de la Corporación Ganadera (CORFOGA)
“La presión por una mayor cantidad de producto para la exportación hizo pasar la cosecha de hembras de un 45% (de 353 mil cabezas cosechadas en 2018) a un 48% de 389 mil cabezas en 2022, estos datos dan como resultado 116 mil hembras adicionalmente extraídas del 2019 al 2022 con respecto a una base en 2018, a pesar de esto se mantuvo el inventario, se esperaba una leve disminución que con agrado vemos no se dio, implicando un mejor desempeño reproductivo de las fincas”, agregó Murillo.
Los ciclos de producción en ganadería bovina usualmente tienen intervalos de respuesta de dos a tres años, de tal forma el incremento en la cosecha inicia de forma marcada en 2019 y la caída del inventario de bovinos de acuerdo con la estadística nacional se visualiza en 2022, por lo que el resultado de caída puede mantenerse incluso hasta 2024.
En este 2024 el porcentaje de cosecha de hembras acumulado hasta agosto pasa de un 49.3% a un 46.6%, por lo que de mantenerse la tendencia de retención de vientres se podría visualizar un repunte en el stock de animales hacia el 2026, comentó Leonardo Murillo.
Luis Diego Obando, director ejecutivo de CORFOGA señala por su parte que “la ganadería tuvo un muy buen momento y se incrementaron las exportaciones de carne a China, en ese contexto se sacrificaron muchas hembras y eso afecto la producción en el inventario visto para el año 2022, sin embargo, este año 2024 se mantiene una matanza menor de hembras lo que hace prever que el hato se va a recuperar en los próximos años”.
Desde la Corporación Ganadera se resalta la importancia de seguir trabajando en los indicadores de productividad de fincas de cría, con la finalidad de acelerar el nacimiento de terneros y reemplazos, lo que garantice un sector fuerte y con la capacidad de abastecer mercado nacional e internacional como ha sucedido hoy en día.
Para el viceministro de Agricultura y Ganadería, Fernando Vargas Pérez, los procesos en torno a la intensificación sostenible de la producción, como la NAMA Ganadería vienen a apoyar de manera más rápida la salida de ganado mejor conformado al mercado. “Estamos registrando mayores tasas de reproducción y una reducción en los costos que permitirá mantener el crecimiento del hato ganadero de manera sostenible”, afirmó.