Según el VII Informe del Estado de la Educación (IED), el método de la lectura compartida desde las etapas de educación inicial, implica atender distintos aspectos del desarrollo temprano en los niños como lo son las áreas motoras, socioemocionales, pensamientos lógicos y las habilidades lectoras, como bases para el desarrollo de destrezas futuras.
“La lectura compartida promueve además la habilidad temprana para expresarse y comprender las ideas de los demás y eleva las probabilidades de éxito escolar”, cita textual del IED.
Una investigación realizada por Conejo y Carmiol (2018) determinó que la enseñanza de la lectoescritura en la educación preescolar del país enfrenta grandes retos, situación demostrada especialmente en el lento progreso que presentan los niños a lo largo de sus años lectivos debido a la poca práctica de la lectura compartida en las aulas.
Dicho rol no solo afecta una herramienta esencial para promover los conocimientos iniciales, sino que también evidencia importantes brechas en los conocimientos entre alumnos de centros educativos dentro y fuera del Gran Área Metropolitana (GAM), en donde según datos del IED, en los centros educativos rurales hay más estudiantes de bajo desempeño (82%), que de alto desempeño (18%).
Parte del Informe asegura que a pesar de que todos los niños se benefician de la práctica de la lectura compartida, el provecho es mayor para quienes provienen de hogares con climas educativos bajos, con poco acceso a libros y materiales impresos y en el que sus padres tienen destrezas de lectura mucho más bajas.
Aunada a esta situación, se determinó que al 2017, los docentes en Costa Rica, no tienen hábitos de lectura tanto dentro como fuera de las aulas. Para ese año, los educadores leyeron un promedio de 2,92 libros y su frecuencia de lectura compartida en el aula la practicaban al menos 3,8 veces por semana, durante un período promedio de 22 minutos. Sin embargo, a pesar de cumplir con los niveles exigidos por el Ministerio de Educación Pública (MEP), en el VI Informe, en una auditoría realizada en el Sexto Informe se reveló que, si bien el 84% de la muestra afirmó que leía todos los días con los niños, solo 66 de los docentes (36%) lo hicieron cuando se les visitó en el aula.
Desde el 2016, las autoridades educativas han implementado capacitaciones sobre la Lectura Compartida en apoyo al Programa de Educación Preescolar del MEP, con el fin de fomentar la lectura desde la primera infancia.
¿Por qué es importante la lectura de libros en el aula de preescolar?
- Amplía el vocabulario temprano.
- Incrementa la habilidad para procesar y producir lenguaje.
- Desarrolla una adecuada comprensión lectora, al facilitar tanto el entendimiento de textos como la capacidad para conectar ideas entre sí.
- Promueve la habilidad temprana para expresarse y comprender las ideas de los demás.
- Eleva las probabilidades de éxito escolar.