Este jueves 23 de agosto, el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural entregó las obras de restauración de la Escuela de Quebrada Honda, cantón de Nicoya; una edificación construida entre 1953 y 1958.
Esta pequeña escuela unidocente se caracteriza por contar con una arquitectura que corresponde a la usada para escuelas rurales desde la década de 1930, según el diseño del arquitecto costarricense José María Barrantes. El inmueble debe su nombre a Andrés Briceño Acevedo, primer poblador de Quebrada Honda.
La entrega de las obras se realizó en un acto cívico organizado por la directora del centro educativo, Ana Yansi Jimenéz, junto con los 37 alumnos de la escuela. En la actividad participó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio, así como autoridades del sector educativo, la Junta de Educación, la Municipalidad de Nicoya, la Asociación de Desarrollo de Quebrada Honda y miembros de la comunidad.
Para Meléndez, mediante la restauración de un edificio como esta escuela, “también se fortalece el sentido de pertenencia a una comunidad y se reviven historias de los pobladores originarios, así como tradiciones de su patrimonio inmaterial, como lo culinario, la música, los cantos y danzas, como lo he visto hoy en esta actividad”.
“La escuela quedó restaurada de una forma preciosa, de mi parte estoy muy contenta. El beneficio más importante es contar con las condiciones necesarias para gozar de un ambiente agradable. Quebrada Honda es un lugar muy caliente, esas instalaciones son muy frescas por la forma en que están construidas, eso es un gran beneficio. Aparte, está el espacio, por el hecho de atender a todos los grupos a una misma hora, las aulas son muy espaciosas y ahora vamos a tener excelentes condiciones para desarrollar las clases”, apuntó la educadora.
Intervenciones. Las obras de restauración del edificio iniciaron en abril de 2018. El Centro de Patrimonio Cultural invirtió ¢112 millones de colones como proyecto ganador al certamen “Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico” 2016. Adicionalmente, quienes lo presentaron a concurso obtuvieron un reconocimiento de ¢12 millones de colones.
Fiel a la infraestructura escolar diseñada por Barrantes, la escuelita es un solo pabellón construido con madera y de pisos de mosaico. Consta de cuatro aulas, una de las cuales tuvo divisiones plegables que permitían unir dos de estos espacios y contar, entonces, con un salón de actos, característica que se reincorporó con la restauración, entre otras mejoras que se le realizaron al edificio.
Entre las principales obras de restauración, según información del arquitecto Miguel Herrera, del Centro de Patrimonio Cultural, destaca la recuperación del salón de actos mediante el sistema de división plegable, la restauración del piso, la reconstrucción de los corredores, la instalación del sistema pluvial, la dotación del nuevo sistema eléctrico, la instalación de la alarma contra incendios, la sustitución de la cubierta de techo y la pintura total del edificio
La directora de la institución educativa comentó que las cuatro aulas se destinarán para la dirección, el aula de preescolar, aula para clases especiales y el aula para impartir lecciones a alumnos de primer y segundo ciclos, en horario alterno.
Este centro educativo está rodeado por pasillos en sus cuatro costados, con columnas de madera que descansan en bases de concreto. Posee un pequeño zócalo para la protección del contrapiso, que resultó seriamente fracturado a consecuencia del terremoto de septiembre de 2012. Para restaurarlo se removieron los mosaicos y luego se colocaron nuevamente.
Escuela clave en comunidad rural. Según el informe técnico para la declaratoria como Patrimonio Histórico-Arquitectónico, Quebrada Honda aún conserva características de zona rural. Su escuela está situada al costado sureste del templo de San Andrés Apóstol, inmueble que también cuenta con declaratoria de Patrimonio Histórico-Arquitectónico y que fue restaurado por el Centro de Patrimonio en 2012. Colinda con el Ebais de la Caja Costarricense de Seguro Social, lotes y viviendas. A 100 metros está la delegación de la Fuerza Pública y a 200 metros, la plaza, ya que lo usual era que los lugares más importantes de la comunidad estuvieran cerca unos de otros.
Según los profesionales del Centro de Patrimonio Cultural que hicieron el estudio, la pequeña escuela es determinante en el orden urbano de los seis bloques principales del pueblo, donde se creó un bulevar en el centro de la calle principal.
“La Escuela Andrés Briceño Acevedo tiene un valor cultural y sentimental invaluable ya que por seis décadas ha sido la principal institución educativa de la comunidad, tanto así que la mayor parte de la población de Quebrada Honda cursó allí su educación primaria”, indica el informe. Fue declarada Patrimonio Histórico-Arquitectónico en 2007 según el Decreto Ejecutivo Nº 33673-C.
“La escuela representa mucho para esta comunidad, para el pueblo de Quebrada Honda es muy importante que se conserve como patrimonio ya que cuenta con la iglesia como patrimonio, también”, confirmó la directora.