- Extranjeros en condición migratoria irregular ejercen esta actividad afectando a los trabajadores locales
Los trabajadores del mundo del surf se apuntaron un éxito con la formación de una Asociación de Instructores de esta actividad en Playa Tamarindo de Santa Cruz, Guanacaste, organización que entre otras metas luchará contra la presencia en el país de extranjeros en condición migratoria irregular quienes laboran en este sector transgrediendo la normativa laboral nacional.
De acuerdo con Heyner Miranda, Presidente de la Asociación de Instructores de Surf de Playa Tamarindo, en los últimos meses con el repunte del turismo luego de la Pandemia de COVID-19 muchos visitantes de otras naciones han regresado a Costa Rica atraídos por la belleza de las playas y la calidad de las olas.
Los turistas ingresan al país con el debido registro que otorga la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), pero una vez pasado ese período (generalmente de tres meses) se quedan viviendo en suelo nacional al margen de la Ley y laborando como instructores de surf sin el debido permiso del Ministerio de Trabajo.
“Estamos viendo una presencia enorme de esta competencia desleal en casi todas las playas del país donde los ticos estamos siendo desplazados por gente foránea que; además, de eso se encuentra totalmente ilegal. Ante ese panorama en Playa Tamarindo decidimos emprender acciones concretas como formar la Asociación para poner un alto definitivo a esta situación que ha generado un mercado negro altamente perjudicial para miles de familias ticas”, destacó Miranda.
Levantando la voz
En marzo pasado un grupo de 88 Instructores de Surf de Playas como Tamarindo, Avellanas, Nosara, Sámara, Santa Teresa de Cóbano, Dominical. Dominicalito, Boca Barranca, Jacó, Pavones y Cahuita -entre otras localidades- se integró en el colectivo Surfistas Locales CR para sumar fuerzas con el fin de que las autoridades nacionales y de los Gobiernos Locales pongan orden en esta actividad que genera miles de empleos en las zonas costeras en áreas como la enseñanza del deporte de las olas, fabricación de tablas, ventas de artículos en tiendas y en empresas como tours operadores.
Para el abogado y experto en Derecho Migratorio, Gerardo Zúñiga, la presencia en el país de extranjeros trabajando de manera ilegal “no solo genera una transgresión a la normativa jurídica más elemental. Sino que también afecta otras áreas como el pago de impuestos o los aportes a la seguridad social”.
“En esta materia lo que tenemos es un desorden de proporciones descomunales, ha faltado mano firme de parte de la Policía de Migración y de las Policías Municipales en los cantones de playa donde hay este tipo de cuerpos de seguridad. Pareciera que aquí todo el mundo puede venir a hacer lo que le da la gana ignorando las Leyes por completo y no pasa nada”, afirmó Zúñiga, Regidor Independiente en la Municipalidad de Puntarenas y quien durante el año 1991 fungió como Presidente de la segunda Asociación de Surf creada en Costa Rica.
La normativa del Ministerio de Trabajo que otorga el visto bueno para laborar a extranjeros residentes indica que pueden ejercer labores de forma legal aquellos foráneos que tengan una cédula de residencia libre de condición, permiso de trabajo, estatus legal de refugiado o de asilo.
En ese caso la persona extranjera que desee llevar a cabo trabajos remunerados en Costa Rica deberá, en primera instancia, solicitar una categoría migratoria que se lo permita, sea una residencia temporal o un permiso especial de trabajo.