- Aunque no hay fecha exacta del inicio de esta tradición, el primer registro documentado en fuentes es de 1846, al cumplirse 25 años de la Independencia
- Vecinos y dueños de locales comerciales se suman a decorar para celebrar la Independencia, revitalizando la tradición
La tradición de celebrar la Independencia decorando con motivos patrios, casi había quedado relegada a los centros educativos y otras instituciones públicas, no obstante, cada vez más se puede ver establecimientos comerciales, casas y hasta barrios enteros, que retoman esta práctica en el marco del bicentenario. ¡Y es que 200 años son motivo indiscutible de celebración!
Según Sonia Gómez, historiadora del Centro de Patrimonio Cultural, aunque no hay datos exactos o una fecha específica con la que se pueda precisar el inicio de esta tradición, en la tesis de Maestría del Dr. David Díaz Arias La Fiesta de la Independencia en Costa Rica, 1821-1921, se puede encontrar varias referencias que hacen alusión al adorno de casas y edificios a propósito de esta efeméride.
“Por ejemplo, en 1846, al conmemorarse el 25 aniversario de la Independencia, transcribiendo o refiriendo partes del folleto Quince de setiembre de 1846 en Costa Rica, Díaz relata con detalle las actividades que se llevaron a cabo los días 15, 16 y 17 de setiembre, y, sobre este tema, se destaca que, al salir del templo donde se llevaron a cabo algunos de los actos conmemorativos, “una comitiva se trasladó a la casa de un miembro de la elite económica capitalina, en donde relucían los adornos y una hermosa mesa en la que se servían las bebidas para los asistentes”, citó Gómez.
Siempre de la misma fuente, se tiene que treinta años después, en 1876, al cumplirse 55 años de vida independiente “la capital costarricense amaneció el 15 de setiembre de ese año adornada con banderas de todos los tamaños a lo largo de sus calles, junto a los gallardetes con los colores nacionales” y que, a pesar de que en la noche llovía, en “el Salón del Palacio Nacional, adornado con banderas”, se efectuó un baile.
Otra de las referencias destaca la ornamentación del Parque Central de San José en 1888, el cual, estuvo el 14 de setiembre de ese año “elegantemente adornado y por la noche iluminado con más de dos mil luces de diferentes colores. Presentaba un aspecto hermoso y de muy buen gusto”. Seis años después, en 1894, se menciona que en la Comarca de Limón “No había una sola casa, por humilde que fuese, que no tuviera su fachada cubierta de banderas y faroles de colores distintos”. Un año después, en 1895, hay una referencia que indica que “Desde el Palacio de Justicia desfiló lentamente, por las adornadas calles de la capital, la comitiva oficial”.
“Como se observa, y como lo expresa Díaz Arias, la celebración de la Independencia -y como parte de esta- el adorno de las viviendas, no fue una acción espontánea por parte de la población, ni continua o seguida, sino, esta celebración fue propiciada por la jerarquía, tanto desde el gobierno central, como desde las municipalidades; estas últimas, por ejemplo, con sus ordenanzas de adorno y aseo de las fachadas de sus casas, obligaba a los vecinos a colocar una bandera”, acotó la historiadora.
“Pero, además, para comprender mejor el asentamiento y expansión de esta tradición por el territorio nacional, tenemos que remontarnos a las últimas dos décadas del siglo XIX, cuando los intelectuales liberales propician el ascenso del nacionalismo, la consolidación de la Nación y la búsqueda de nuestra identidad nacional. Así, después de 1899, se implementó la celebración en las escuelas, lo que contribuyó a la popularización de esta celebración”, agregó.
Por último, cabe destacar lo que menciona David Díaz, que, con motivo de la celebración del centenario de la Independencia en 1921, “todas las edificaciones públicas de San José fueron adornadas con la bandera nacional. Los edificios privados no se quedaron atrás: el Almacén Koberg se arregló con cordones y luces de colores con las que se formaba la bandera tricolor” y las calles fueron decoradas con arcos de triunfo, palmas, escudos y letreros.
En el 2021, con el mismo fervor de nuestros antepasados, decoremos con motivos patrios y celebremos 200 años de la Independencia de la nación.