Don Recaredo Briceño Arauz, nació en Nicoya el 22 de mayo de 1892. Fueron sus padres don Eugenio Briceño Baldioceda y Ramona Arauz Brenes.
Don Eugenio Briceño Baldioceda era hijo de don Manuel Briceño Viales, Alcalde Mayor, y de doña Josefa Baldioceda. A su vez don Manuel Briceño Viales era primo de don Cupertino Briceño Viales, ambos personajes determinantes e influyentes del proceso de Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica.
Doña Ramona Arauz Brenes era hija de don Santiago Arauz y doña Leona Brenes.
Fue su hermano Ponciano Briceño Arauz y fueron sus hermanas Blasa, Sacramento, María Pacífica, Mercedes y Brígida, todas Arauz Brenes.
Don Recaredo Briceño, fue un ilustre maestro nicoyano, que se distinguió por su nobleza y su permanente y vigorosa entrega a la enseñanza, así como por su proyección a la comunidad, estudiando los problemas locales y siempre buscando la solución de estos.
Fue un maestro visionario, siempre buscando cambios fundamentales en la mentalidad de la población, para que cada individuo se sintiera parte importante en el desarrollo social y económico de su pueblo. Siempre luchando para despertar las aletargadas energías de las comunidades buscando transformar la pobreza en prosperidad.
En la comunidad de Quebrada Honda de Nicoya, donde ejerció por muchos años, fundó la primera cooperativa, con el propósito ofrecerle al campesino un apoyo en el desarrollo de sus planes agropecuarios.
Fue un maestro sencillo de palabra convincente, leal, afectuosa y sin dobleces, palabra clara, brotada de un corazón noble.
En el año 1935, fue el primer maestro a quien se le otorgó la Medalla Rotaria del Buen Servidor, por sus eficientes servicios al impartir con verdadero espíritu de mística, su noble accionar en pro del bienestar comunal. Con mucho orgullo la escuela de Nacaome de Nicoya lleva su nombre.
Don Recaredo caso con doña Zoila Orias, conocida también como Zoila Flores Orias, quien residía en la comunidad de Barra Honda de Nicoya. Fueron sus hijos Leticia, Eugenio y Digna, y una numerosa descendencia de nietos y bisnietos.
Don Recaredo Briceño Arauz, siempre tendrá el agradecimiento sincero del pueblo nicoyano, por su vida dedicada con ejemplar actitud al bien común y al servicio de la Patria.
Don Recaredo Briceño Arauz, el ilustre maestro visionario, murió en Nicoya el 27 de febrero de 1952 y como un homenaje a su noble entrega a la enseñanza y a la comunidad, con gran orgullo, el parque de Nicoya lleva su nombre, exaltando con generosidad la transcendencia de su memoria.