- Centenaria residencia histórica en el centro de la capital recibirá 200 millones de colones al ser ganadora su propuesta de restauración
- Anteproyecto plantea restaurar edificio original e intervenir construcciones adosadas para adaptarlas al nuevo uso
- Nuevo centro cultural contaría con cafetería, restaurante y espacios para talleres y diferentes espectáculos artísticos
Una nueva oportunidad para el edificio patrimonial que albergó durante décadas al bar Key Largo, -ubicado frente al costado sur del parque Morazán, en San José-, otorgará el premio del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico, organizado anualmente por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura y Juventud.
Al ser elegida por el jurado esta hermosa y antigua residencia como ganadora de la edición 2021, recibirá 200 millones de colones para su restauración, génesis de un nuevo centro cultural y restaurante. Con esto, la oportunidad se extiende a la ciudadanía y a la gestión cultural de diferentes disciplinas artísticas.
“En esta vigésimo quinta edición del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio, tenemos el placer de que resultara seleccionada una propuesta que esperamos renueve una importante zona del centro de la ciudad que se ha venido degradando y, sin embargo, tiene patrimonio muy valioso; instituciones educativas, de comercio y de turismo. Es una apuesta que, en términos de sostenibilidad, del repoblamiento de San José, del disfrute para la gente y de la dignificación de la ciudad; va a hacer que esa zona tan activa, mejore aún más y permita a nuestras familias apropiarse de la ciudad con total tranquilidad”, expresó Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud.
La idea del nuevo centro cultural y restaurante, surgió en 2020 tras la decisión de los propietarios de cambiar la actividad comercial del inmueble con los propósitos de: “promover la cultura y el arte en el casco central de San José, crear espacios de entretenimiento y apoyo al artista nacional, velar por la salvaguarda del patrimonio arquitectónico, generar espacios itinerantes de socialización y aprecio artístico y, desarrollar proyectos de acción social”, indicaron en la propuesta ganadora los arquitectos Mariela Murillo y Daniel Hidalgo.
“Este giro de 180 grados pone a la cultura y al artista nacional como protagonistas, acompañado de la conservación y el entretenimiento, con el fin de contribuir a transformar una zona con problemas sociales, mediante actividades de formación y promoción cultural”, destacaron los arquitectos, quienes también recibirán 20 millones de colones como premio para desarrollar el proyecto profesionalmente.
Luego de esta inversión, que básicamente consiste en restaurar el edificio original e intervenir las construcciones adosadas; la elegante y hermosa residencia estará adaptada para brindar servicios como: talleres de arte, eventos privados, proyectos de responsabilidad social, eventos culturales y artísticos, difusión del arte gastronómico y otras actividades de entretenimiento familiar, según informaron.
Residencia de acaudalados comerciantes. Según el expediente del Centro de Investigación y Conservación del Centro de Patrimonio Cultural, este inmueble fue construido a finales del siglo XIX frente al costado sur del reciente parque Morazán (1887), en cuyos alrededores construyeron prominentes edificios y viviendas de la élite urbana josefina.
La vivienda fue construida en ladrillo en el primer nivel y bahareque francés en las paredes del segundo piso; ostenta detalles arquitectónicos y ornamentos del estilo Victoriano, según la tendencia de la época.
“Presenta importantes detalles que aún se conservan: pisos enchapados en mosaicos importados con patrones geométricos detallados a la medida, los cielos del primer nivel de madera complejamente detallados y pintados a mano, molduras en puertas y ventanas, escalera de madera con detalles tallados y vitrales, entre otros ornamentos de gran valor”, destacaron los arquitectos ganadores.
Inicialmente fue la casa del empresario agrícola Víctor Manuel Herrán Bonilla, cuyas iniciales aún permanecen luego de 130 años en la verja de la puerta principal. Poco tiempo después fue vendida al acaudalado empresario cafetalero Óscar Rohrmoser. Su tercer dueño fue el comerciante Arnoldo Andre Wessel, quien en 1907 la vendió a Cecil Vernon Lindo Morales, comerciante bananero y alto funcionario de la United Fruit Company. Algunas personas conocen a este inmueble por el nombre de Casa Lindo.
La familia Lindo fue la dueña por más de 30 años hasta que, en 1941, fue vendida a Max Gurdián Rojas e Hijos S.A., empresa que la alquiló al Conservatorio de Música de la Universidad de Costa Rica, durante la década de 1950, hasta mediados de la de 1970. Luego la arrendó Roger Douglas Montgomery, quien instaló allí el bar Key Largo, negocio que se mantuvo en el inmueble hasta el 2020. Actualmente pertenece a la empresa Anexo Gran Hotel S.A.
Proyecto de restauración. Durante la estadía de tantos inquilinos el inmueble fue objeto de varias intervenciones, “dichosamente se ha conservado en una condición de regular a buena; sin embargo, las construcciones adosadas y la falta de un mantenimiento especializado para este tipo de inmuebles, ha dañado y comprometido algunos sectores que es urgente atender para preservar su vida útil”, señalaron los arquitectos.
“Se presentan daños paulatinos causados por la falta de ventilación e iluminación natural producto del bloqueo generado por las construcciones adosadas que incrementan el nivel de humedad interna de una casa que siempre se caracterizó por su buena ventilación e iluminación natural”, agregaron.
Según plantearon los profesionales, el proyecto modificará las estructuras adosadas a la casa, con el fin de minimizar el impacto negativo y el deterioro a nivel estético y físico que generaron a lo largo de los años. “Siendo nuestro principal objetivo el de rehabilitar el inmueble patrimonial para preservarlo, respetando y revalorando su identidad”, recalcaron.
Las intervenciones planteadas a los anexos del inmueble original buscarán diferenciarse de forma clara y, a la vez respetuosa, por lo cual “estos pocos nuevos componentes son de materialidad liviana, poco invasiva y muy transparente, para darle importancia y protagonismo al inmueble histórico, pero, al mismo tiempo, conciliar lo nuevo y lo viejo, de manera que ambas partes se realcen y establezcan un dialogo funcionando como un nuevo sistema”, apuntaron.
Las principales obras por realizar son:
- Mejoras al sistema eléctrico: instalación de detección de incendios e instalación eléctrica según código vigente, iluminación interna y externa que resalte detalles arquitectónicos
- Reparación del sistema pluvial (canoas, bajantes, cajas de registro, botaguas, etc.)
- Restauración de madera en marcos, puertas y ventanas
- Impermeabilización de losa en segundo nivel y enchape de mármol
- Refuerzo estructural en anexo sur, espacio para futuros talleres de danza y teatro, (anexo de la década de 1960)
- Reparación y restauración de cielos de madera pintados a mano y afectados por la humedad.
- Mantenimiento de escaleras
- Construcción de un salón multiuso en la zona oeste eliminando impacto de anterior intervención
- Apertura de salón norte, frente al Morazán, (anexo de 1995) para mejorar ventilación
- Reacondicionamiento de baños según ley 7600
- Mejoras en instalaciones mecánicas
- Pintura interna y externa
- Rediseño de jardines para disminuir humedad
El jurado calificador de la edición 2021 estuvo integrado por Carolina Pizarro Hernández, arquitecta representante del Despacho del Ministerio de Cultura y Juventud; Adrián Jirón Beirute, arquitecto independiente; Ileana Granados Poveda, arquitecta representante del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica; Federico Cartín Arteaga, planificador urbano independiente y Diego Meléndez Dobles, arquitecto director del Centro de Patrimonio Cultural.
“Nos causó una gran satisfacción recibir 27 propuestas de intervención patrimonial en prácticamente la totalidad del territorio nacional. Lograr que los profesionales en Arquitectura e Ingeniería centren su interés en el rescate patrimonial, es una de las metas que poco a poco vamos logrando. Aprovechamos la oportunidad para felicitar a los participantes por el alto nivel de las propuestas y los instamos a seguir participando en pro de la conservación y el mantenimiento de nuestro patrimonio histórico-arquitectónico”, fueron las palabras del director del Centro de Patrimonio Cultural.