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Las comunidades indígenas se enfrentan a una serie de desafíos, que empeoran aún más, con la presencia de la pandemia.

La cerámica Chorotega es uno de los legados de este grupo étnico.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), proclamó cada 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en honor a los más de 5000 grupos distintos que abarcan esta importante cultura.

Para este año, y con motivo de la celebración, el lema oficial estará basado en "COVID-19 y la resiliencia de los pueblos indígenas", tema con el que, mediante un panel virtual a cargo de expertos, se analizará las formas innovadoras en que los pueblos indígenas continúan demostrando resistencia y fortaleza frente a la pandemia mientras se enfrentan a graves amenazas contra su supervivencia.

Cabe mencionar que sus territorios albergan el 80% de la biodiversidad del mundo, por lo que son capaces de transmitir su conocimiento sobre cómo reequilibrar la relación entre la naturaleza y reducir el riesgo de futuras pandemias, utilizando los conocimientos y prácticas tradicionales, como el aislamiento voluntario y el cercamiento de sus territorios, así como medidas preventivas, difundidas y abordadas en sus propias lenguas, las cuales al menos el 40% de las 7.000 lenguas utilizadas en todo el mundo están en peligro de desaparecer.

Estos pueblos experimentan un acceso deficiente a la atención sanitaria, tasas significativamente más altas de enfermedades transmisibles y no transmisibles, falta de acceso a servicios esenciales, saneamiento y otras medidas preventivas clave, como agua limpia, jabón, desinfectante, etc. Asimismo, la mayoría de las instalaciones médicas locales cercanas, si es que las hay, suelen estar mal equipadas y carecen de personal. Incluso cuando los pueblos indígenas pueden acceder a los servicios de salud, pueden enfrentarse al estigma y la discriminación.

La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.

Matambú identifica a Guanacaste

Como parte de la historia, los chorotegas fueron el mayor grupo étnico precolombino de Costa Rica, y como es de saber, se localizaron en Guanacaste y en ciertos sectores de Puntarenas.

Matambú uno de los pocos pueblos indígenas que se conservan en la provincia de Guanacaste.

Esta cultura pasó por un amplio proceso de mestizaje, que se destaca actualmente en los pobladores de la Península de Nicoya.

A pesar de que su lengua original no se conserva, los bailes, la música y la comida, las recetas típicas a base de maíz, así como el uso plantas medicinales, son tan solo una pequeña parte del gran legado los Chorotegas. Como parte del territorio indígena en la provincia, se reconoce a la cultura Matambú y a las comunidades aledañas que habitan principalmente en los cantones de Nicoya y Hojancha.