Guanacaste resguarda muchas facetas culturales, que son dignas de ser compartidas; una de ellas es las tradiciones culinarias a base de maíz, como los son: las rosquillas, tanelas, rosquetes, perrerreques, bizcochos, empanadas de queso, tamal dulce y muchas delicias más.
Los historiadores cuentan que desde la época prehispánica están presentes estos platillos en la mesa de los guanacastecos y del resto del país, dándole un sabor diferenciado en la dieta del costarricense.
Esta herencia culinaria se mantiene gracias al empeño de muchas familias guanacastecas que han mantenido las recetas heredadas de generación en generación.
Un ejemplo vivo de una empresa emprendedora y portadora de estas costumbres gastronómicas es “Las Romanitas”, con más de un siglo de conservar estas recetas en el cantón de Cañas, para el deleite de los nacionales y visitantes de la provincia.
Periódico Mensaje conversó con Ligia Picado Chavarría, bisnieta de Francisca Romana, fundadora del negocio “Las Romanitas” quien fue oriunda de Sandillal de Cañas, y se caracterizó por ser una mujer emprendedora, forjadora de una familia con temple guanacasteca, acostumbrada a levantarse en horas de la madrugada a sembrar el maíz, buscar la leña, a hornear los bocadillos de maíz. También Francisca utilizó instrumentos de la época como la piedra de moler, la cual utilizaban los indígenas y horno de barro, que incluso su mismo grupo familiar aprendió a fabricarlos. Esta experiencia y vivencia ha sido heredada a cuatro generaciones, lo que ha permitido ser un referente en las tradiciones culinarias a base de maíz; el ingrediente vital de las recetas criollas guanacastecas.
Picado compartió con Periódico Mensaje que esta ocupación la aprendió desde niña, cuando llegaba a la escuela. Su madre junto con su abuela, hermanas y tías compartieron momentos únicos en la cocina de su hogar donde se molía el maíz y se preparan los deliciosos platillos criollos para disgustar en familia y para la venta. Esos olores y sabores salidos del horno era, parte de las tradiciones que se respiraba en su hogar. “Cada familia representada ha subsistido a base de esta actividad económica, para mí es un hobby y un estilo de vida que se disfruta cada día”, expresó Picado.
“Conocer tanta gente linda de la zona y extranjeros que viven en la provincia, residentes y turistas que nos encargan pedidos que traspasan nuestras fronteras… es un gran orgullo”, dijo Picado.
Los productos que ofrecen las Romanitas son: tanelas, rosquillas, empanas de queso, rosquetes, tamal dulce y perrerreques. Estos bocadillos se venden de manera directa en su local ubicado en el Barrio Las Palmas en el cantón de Cañas, 100 metros al oeste de la UNED.
Para los interesados pueden visitarla en el local y acompañar esos deliciosos bocadillos con un café recién chorreado a la usanza guanacasteca; su trato amable y hospitalario los hará sentirse como en su casa, o bien, si lo desean hacer por encargo pueden comunicarse con doña Ligia Picado al teléfono: 2669 -1597.
¡Qué delicias son las recetas milenarias que aún resguarda mi querido Guanacaste!