- Se realizó un estudio con 306 fincas productoras.
- El estudio alcanzó los 6 cantones y los dos distritos de la región Huetar Norte.
La pandemia que vive el mundo y el país a causa del virus del Covid-19 ha afectado cada área que compone la economía y el bienestar social de los países; y el sector agropecuario no ha sido la excepción.
Si bien, tanto nuestro gobierno como los del resto del mundo, dieron la importancia que merece el sector como garante de la seguridad alimentaria de los ciudadanos; la industria se ha visto afectada en temas de colocación del producto en el mercado, falta de liquidez, acceso a financiamientos, impacto del cambio climático, entre otros.
Dichos obstáculos hacen que las personas dedicadas a cultivar la tierra y a la producción pecuaria deban adaptarse, ser resilientes y buscar nuevas formas de producción que les permita mantenerse y ser sostenibles.
Es por ello, que Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible por medio de la iniciativa Turismo-Motor de Desarrollo Local -Tu-MoDeLo- del Programa Adapta2+, del Fondo de Adaptación junto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han unido esfuerzos en la búsqueda de alternativas que permitan un equilibrio entre las actividades productivas que generen desarrollo sostenible y bienestar a las comunidades, y a desarrollar acciones tendientes a la protección de la naturaleza, el recurso hídrico y la calidad de vida de las personas que habitan en sus zonas de operación.
Con este propósito, se desarrollaron herramientas que permiten a las personas productoras realizar una autoevaluación contra criterios de sostenibilidad, que les indican cuán sostenibles son o que áreas deben incorporar o mejorar; y un llamado a la acción a las empresas turísticas y gastronómicas para que den prioridad de compra a personas productoras locales cuyas prácticas de producción agropecuaria cumplan con requerimientos de calidad, disponibilidad y con los criterios de sostenibilidad; así como, informar acerca de las necesidades de compra de productos agropecuarios para que cada vez más personas productoras locales puedan ayudar a suplir a dichas empresas.
De esta manera pueden generarse encadenamientos y producción responsable, que serán de mutuo beneficio para las economías locales y la calidad del ambiente en la región Huetar Norte.
Mónica López, coordinadora de la iniciativa Tu-MoDeLo explica que “para definir estas herramientas se realizó un estudio, con el apoyo de PNUD, donde participaron 306 fincas y 104 empresas turísticas y gastronómicas ubicadas en la región Huetar Norte, donde abarcamos los 6 cantones y los dos distritos que la conforman”.
“Además, esta iniciativa representa un esfuerzo para aprovechar el potencial del sector turístico como motor de desarrollo local, a través de compras con causa de productos agropecuarios locales y sostenibles, generando crecimiento económico de las comunidades rurales, más empleos dentro de las empresas agro-productoras, mayor participación de mujeres y jóvenes y mayor implementación de medidas de adaptación al cambio climático”, agregó López.
Enmarcado en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD a través de su proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de Asociaciones de Acueductos Rurales (ASADAS) para enfrentar riesgos del Cambio Climático en comunidades con estrés hídrico en el Norte de Costa Rica” y la Iniciativa Global “Finanzas para la Biodiversidad” (BIOFIN), han unido esfuerzos y recursos, en esta alianza con Fundecooperación, para promover que el sector turístico y la producción agropecuaria desarrollen de mutuo acuerdo, prácticas productivas y comerciales sostenibles y resilientes a los efectos de la crisis climática, y frente al impacto de la pandemia por Covid-19.
Jose Vicente Troya Rodriguez, Representante Residente del PNUD se refirió a la importancia de los estudios presentados bajo esta alianza: “Es posible que demos por sentada la importancia de integrar medidas de sostenibilidad en las actividades productivas, no obstante los suelos, el agua y la polinización son elementos vitales para la producción, y su manejo sostenible puede significar una reducción de costos, evitar gastos futuros, como también puede representar oportunidades de acceso a mercados diferenciados y vínculos comerciales con las y los productores locales que hoy día son esenciales para una reactivación económica sostenible e inclusiva”.