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Quepos mostrará al mundo su potencial turístico en la Expo Travel Market 2025
La Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Quepos celebra con entusiasmo el regreso de la Expo Quepos Travel Market 2025, que se realiza del 4 al 6 de setiembre.
La Expo es una plataforma estratégica para fortalecer la red de comercialización turística, generar nuevas oportunidades de negocio y dinamizar la economía local del Pacífico Central.
Este año adquiere un valor especial, al celebrarse el 30 aniversario de la Cámara, institución que durante tres décadas ha trabajado de manera constante en el impulso del turismo sostenible y en la proyección internacional de Quepos y la región.
La participación nacional e internacional será uno de los grandes atractivos de esta edición. Contaremos con la presencia de 65 compradores de las principales agencias receptivas de Costa Rica y 13 mayoristas internacionales provenientes de Alemania, Francia, México, Canadá y España.
En cuanto a la oferta empresarial, la Expo concentrará a 50 empresas de Quepos, Los Santos y del Pacífico Central, todas interesadas en establecer conexiones con contrapartes nacionales e internacionales que fortalezcan la atracción de turistas y diversifiquen la propuesta regional. Esta integración permitirá una proyección más amplia y competitiva para mostrar una oferta turística diversa y atractiva ante los mercados internacionales.
“Estamos convencidos de que Expo Quepos Travel Market 2025 mostrará lo mejor de nuestra gente, de nuestros atractivos y de nuestras empresas, ya que consolida a Quepos como un destino turístico preferido y a Costa Rica como un país de clase mundial en turismo”, dijo el presidente de la Cámara, Christian Fallas.
“Quiero resaltar que la Expo Quepos Travel Market 2025 es un un impulso a la dinamización de la economía local y del Pacífico Central. Mayoristas internacionales procedentes de mercados de alto interés negociarán en cara a cara con 50 empresas turísticas y conocerán la más novedosa oferta turística de Quepos, Los Santos y el Pacífico Central, lo que contribuirá a fortalecer el posicionamiento de la zona, un aumento de la visitación y la generación de nuevos empleos en el corto y mediano plazo”, expresó el Ministro de Turismo, William Rodríguez.
En línea con nuestro compromiso con el turismo responsable y sostenible, la feria se realizará bajo la Bandera Azul Ecológica, lo que reafirma la visión de que el desarrollo económico debe ir de la mano con la protección del entorno natural y la comunidad. Como parte de las acciones como limpieza de playas.
Experiencia periodística en la gira
Catamarán: Un nicho turístico en crecimiento
Quepos se ha consolidado como un destino costero seguro y atractivo, con aguas tranquilas que invitan al disfrute y la navegación. Su marina y muelle lo posicionan, junto con Manuel Antonio, como un lugar privilegiado para la operación de embarcaciones tipo catamarán.
Vivir la experiencia en un catamarán es descubrir la zona desde otra perspectiva: el esplendor de Manuel Antonio y Quepos visto desde el mar, un espectáculo que pocas veces se puede contemplar en toda su magnitud. Esta actividad se ha convertido en un nicho turístico en crecimiento, ya que es accesible y atractiva para todo público: familias, parejas y grupos que buscan relajación, confort y momentos memorables.
Un ejemplo destacado es el Sea Quest, catamarán de la empresa Manuel Antonio Activity’s Central, que ofrece recorridos únicos con un valor agregado muy especial: en ciertas ocasiones, durante la temporada, es posible observar ballenas jorobadas, delfines y tortugas marinas, un encuentro que convierte la experiencia en algo aún más inolvidable.
Biophilia: una experiencia de turismo educativo
Costa Rica es reconocida mundialmente por su riqueza natural, y en el caso de las mariposas ocupa un lugar privilegiado: alberga el 8% de todas las mariposas diurnas del planeta, con más de 1 582 especies registradas. A esto se suman más de 18 000 especies nocturnas, lo que convierte al país en el hogar de más de 20 000 especies de mariposas en total.
Este protagonismo ha hecho que Costa Rica sea el país con más mariposarios por metro cuadrado en el mundo, lo que lo consolida como una potencia en la producción, exportación y exhibición de mariposas diurnas. Solo en exportaciones, cada año se generan más de 3 millones de dólares hacia más de 20 países.
Dentro de este ámbito destaca José Montero, experto en mariposas, autor de dos libros sobre especies diurnas y nocturnas: Mariposas de Costa Rica y Manual de Manejo de Mariposarios. Además, es responsable de la descripción de dos especies nuevas para la ciencia: Euglyphis jessiehillae y Opsiphanes jacobsorum.
Sus publicaciones científicas y más de 25 años de trayectoria lo han convertido en un verdadero embajador de las mariposas, dedicado a formar y comunicar a públicos diversos sobre este universo fascinante.
Uno de sus proyectos más emblemáticos en los que dedica su tiempo profesional es Biophilia, un mariposario y laboratorio que se ha convertido en un atractivo de turismo educativo en Quepos. Este espacio recibe estudiantes de escuelas, colegios y universidades de Costa Rica y del mundo, que los acerca a la ciencia y a conceptos clave relacionados con la conservación de los hábitats y las amenazas que enfrentan estas especies, con el objetivo de inspirar conciencia y acciones en favor de su protección.
El espacio también sorprende por su infraestructura: allí se ubica la construcción de bambú, el más grande de Costa Rica, uno de los más grande de Centroamérica, levantado en un 100% con bambú cultivado y procesado en la finca. Este edificio, considerado biofílico, no tiene paredes ni aire acondicionado, lo que permite un contacto directo con la naturaleza en todo momento. Además, se ha convertido en un referente de soluciones sostenibles, al tiempo que funciona como aula abierta para la educación ambiental y como plataforma para la observación de aves y biodiversidad.
Sukia Park – Manuel Antonio
Ubicado frente al Hotel Si Como No en Quepos, Sukia Park se ha consolidado como un refugio natural donde la conservación y la educación ambiental son el eje central de la experiencia. En este espacio, los visitantes pueden adentrarse en el bosque tropical y comprender mejor la biodiversidad que caracteriza a la región.
Entre las actividades se encuentra un recorrido en tirolesa que atraviesa la jungla con diez líneas, puentes colgantes, senderos, plataformas elevadas y un rapel junto a una cascada. La experiencia se complementa con un jardín de mariposas, una laguna que alberga cocodrilos rescatados y espacios que invitan a la observación y el aprendizaje.
El parque también desarrolla caminatas guiadas tanto de día como de noche, que permiten descubrir la riqueza de flora y fauna local en sus diferentes manifestaciones. Además, el programa “Mariposas y cocodrilos” ofrece una vivencia particular al mostrar de cerca el ciclo de vida de distintas especies de mariposas y la labor de conservación aplicada al cuido de cocodrilos.
Pioneros del turismo en Quepos
Historia de Tucanes Tours
En la década de 1950, José Antonio Fallas, patriarca de la familia y su esposa Nuria Delgado a quién conoció en Quepos, llegó como un joven visionario y emprendedor a una playa prácticamente desconocida. Con esfuerzo y valentía, levantó las primeras cabañas, así como el hotel y restaurante Manuel Antonio. Se convirtió así en pionero en la zona.
Aunque don José Antonio ya no nos acompaña, su legado permanece vivo y sigue inspirando a las nuevas generaciones.
Fue así como en 1992, sus hijos Manuel, Anel y Christian dieron continuidad a ese sueño fundando Tucanes Tours, una empresa familiar que nació con la pasión de compartir la riqueza natural de Quepos y Manuel Antonio. Hoy, gracias a esa visión ya está integrada una nueva generación de jóvenes.
Con los años, la compañía fue expandiéndose hacia experiencias educativas y ecológicas, e incorporó recorridos por los manglares de Isla Damas y caminatas guiadas en el Parque Nacional Manuel Antonio.
Hoy, Tucanes Tours se ha consolidado como un referente en turismo de aventura y naturaleza, ya que ofrece una amplia variedad de actividades como rafting, cabalgatas, canopy, snorkeling y más, siempre con un compromiso de sostenibilidad y un servicio cercano y familiar.
Historia de Ronny’s Place
En el año 2003, Ronny Alpízar, un costarricense con experiencia en el sector turístico, decidió abrir un restaurante en Manuel Antonio al que llamó inicialmente “Mi Lugar”. Con el tiempo, los visitantes comenzaron a referirse a él como Ronny’s Place, nombre que terminó por consolidarse como parte de su identidad.
Desde sus orígenes, el sitio se distinguió por un ambiente cercano y hospitalario, fiel al espíritu de “mi casa es su casa”. Aquí, cada visita es especial: los sabores como los mariscos frescos, brochetas, ceviche y distintas carnes preparadas con ingredientes locales, se acompañan de bebidas artesanales como su reconocida sangría o el Coco Loco, que han ganado un lugar en la preferencia de los visitantes.
Con el paso de los años, Ronny’s Place se ha convertido en un punto de referencia en Manuel Antonio, no solo por sus vistas privilegiadas al Pacífico, sino también por mantener viva la tradición de la hospitalidad costarricense.
La historia de los Asch Vargas y el hotel Divisamar
Álvaro Asch y Felicia Vargas llegaron por primera vez a Manuel Antonio a finales de 1968. El viaje lo hacían por Puriscal y podía durar entre 6 y 8 horas en vehículos 4x4. Muchas veces tenían que devolverse debido a derrumbes o a las inundaciones en Parrita. A pesar de las dificultades, se enamoraron del lugar desde esa primera visita.
En 1970 compraron su primera propiedad y, en 1972, construyeron la primera casa, que todavía se conserva. Poco después adquirieron un terreno adicional —donde hoy se ubica el parqueo del hotel— y levantaron una casa de dos pisos frente a la carretera, desde la cual se podía observar el mar. De esa vista panorámica nació el nombre Divisamar, hotel que este año celebra su 50 aniversario.
En los primeros años, la familia visitaba el lugar durante los fines de semana, en vacaciones y en las festividades de fin de año. En 1974 comenzaron a alquilar la casa, que más tarde convirtieron en dos apartamentos.
Hacia 1979 construyeron las primeras cabinas de paja en la parte trasera de la propiedad, además de una pequeña piscina. Entre 1980 y 1981, la familia decidió mudarse de forma definitiva a Manuel Antonio: cerraron su aserradero en San José y dejaron atrás el negocio de la madera para dedicarse por completo al hotel.
En esa misma época, Erick Asch, segunda generación de la familia, concluyó sus estudios y se incorporó a la administración. Hoy es el gerente y propietario del Hotel Divisamar.
El hotel también dejó huella en el desarrollo de la región. Fue el primer hotel escuela con un convenio con el INA para la formación de personal en turismo y organizó la primera feria turística de la zona: Expo Manuel Antonio. Sus fundadores impulsaron además la llegada de electricidad, agua potable del AyA y servicio telefónico, y participaron activamente en la conformación de las primeras cámaras de turismo en Quepos.
El reconocimiento a su legado se refleja en la comunidad: la plaza principal de Quepos lleva el nombre de doña Felicia Vargas, y una calle en Manuel Antonio honra la memoria de don Álvaro Asch.
Hoy, el Hotel Divisamar cumple 50 años de historia, con la aspiración de alcanzar la categoría de cuatro estrellas y mantiene vivo el espíritu pionero de sus fundadores.
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