Uno de los hechos más relevantes en Costa Rica durante el inicio del siglo XX, ha sido el referéndum sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC CAFTADR) celebrado en el 2007, y con él la apertura de las telecomunicaciones en el país que por muchas décadas estuvieron centralizadas el único ente clave para su desarrollo; el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Tras más de 10 años de expansión en este tema, el país cuenta con 143 compañías encargadas de brindar sus servicios de Internet, televisión, telefonías fijas y móviles a través de todo el territorio nacional. Su evolución tomó fuerza mediante la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) como ente rector y la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL), como ente regulador, que en compañía del ICE, se realizaron las primeras licitaciones de espectros radioeléctricos para aplicaciones móviles que han permitido ofrecer servicios más ampliados a los usuarios.
Datos de SUTEL indican que la industria de las telecomunicaciones aportó más de ₡394.000 millones a la economía costarricense en el 2017, representando un 2.43% del Producto Interno Bruto (PIB).
A pesar de sus aportes, el sector de Telecomunicaciones del país, continúa su reto de reducir la brecha digital y llegar a todos los sectores productivos y zonas urbanas y alejadas por igual.