- A partir de ahora la diversidad biológica que convive, habita y crece en los alrededores del Campus Liberia de la Universidad Nacional (UNA) no sufrirá por la carencia del preciado líquido durante el verano. El Programa de Gestión Ambiental Institucional (PGAI), en colaboración con el programa UNA-Aventura y UNA-Voluntariado, diseñaron recientemente un reservorio de aguas pluviales que se estima capté alrededor de 300 mil litros de agua de lluvia.
Dado que el Campus Liberia de la UNA se construyó sobre un terreno plano, donde la probabilidad de inundación en invierno era casi un hecho, se tomó la decisión de instalar un sistema de manejo de agua residual o cosecha de lluvia, que envía el agua recolectada en los techos a un canal natural en los alrededores del centro universitario y así evitar las inundaciones.
Meardo Moscoso, docente del Campus Liberia de la UNA, aseveró que, dado los extensos periodos de sequía en Guanacaste, provocados por el fenómeno de La Niña, surgió el interés de evaluar el área de agua llovida que llegaba al canal natural; y se determinó que era equivalente a 10.700 m2, espacio apropiado para potenciar el uso del recurso hídrico, el cual al poco tiempo se transformó en un reservorio de aguas pluviales. Asimismo, se destinará una parte del área a la ejecución de proyectos ambientales y futuras investigaciones académicas impulsadas por los estudiantes, mediante el uso de recursos alternativos de adaptación al cambio climático.
Desarrollo forestal
En concordancia con el tema ambiental, el PGAI y sus colaboradores destinaron un sector aledaño al Campus universitario de 80 metros cuadrados, para instalar un vivero que permitirá reproducir diferentes especies forestales y ejecutar experiencias en temas de agricultura.
Wagner Castro, director académico del Campus Liberia de la UNA y encargo del PGAI, aseveró que el vivero tiene como objetivo colaborar con la actividad académica: Huerta Universitaria Sostenible, la cual pertenece al PGAI-Liberia, y a la vez, busca rescatar la flora del trópico seco y la flora forestal con la cual se tendrá una colección de árboles guanacastecos en el arboretum y a futuro en la Huerta Universitaria, productos del trópico seco de Mesoamérica.
Castro añadió que tanto el reservorio de cosecha de lluvia como el vivero, junto con el meliponario y el arboretum, complementan los espacios educativos del sendero Los Matapalos diseñado por los estudiantes universitarios.
Entre tanto, a nivel macro se espera que estos y otros proyectos ambientales que se impulsen en la Sede colaboren con los objetivos de desarrollo sostenible de consumo y producción responsable citados en la Agenda-2030.
Nota de Johnny Núñez Z, Universidad