- 365 mujeres murieron violentamente en manos de hombres que se creían sus dueños. En más de casi una década y media, muchos hombres cometieron esos femicidios, sólo por el deseo de mantener el dominio y control de ellas, ellos acabaron con la vida de esas mujeres.
La diputada Aida María Montiel manifestó: “este Plenario Legislativo discutió y sometió a votación en un día histórico como hoy que celebramos el día Internacional de la Mujer y con unanimidad se aprobó en su primer debate el expediente número 21.793, que propone la reforma de varios artículos de la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres, que está diputada presentó a la corriente legislativa. La Ley anterior no había incluido en su regulación las relaciones de noviazgo, convivencia, ni a aquellas que hubieren finalizado, como es el caso de las personas divorciadas o los ex convivientes de hecho. Esta omisión legislativa es inconveniente a la luz de los hechos públicos y notorios que acontecen con mucha regularidad, donde, por ejemplo, exnovios o ex cónyuges, asesinan o ultrajan a sus anteriores compañeras.”
Como se indica, tanto en la exposición de motivos como en el dictamen afirmativo unánime, cuando el legislador aprobó la citada ley en el año 2007, Costa Rica dio un paso adelante en la protección de los derechos y persecución penal de las conductas y actos de violencia contra las mujeres. Sin embargo, esta importante legislación no contempló de manera clara y expresa, algunas situaciones relevantes, que lamentablemente son comunes en los casos de agresión contra las mujeres.
Para poner en perspectiva este tema, de acuerdo con el Observatorio de Género del Poder Judicial, para el 2019 ocurrieron 9 femicidios, 6 femicidios ampliados según la tipología contemplada en la Convención Belém Do Pará, 18 homicidios no femicidios y 16 homicidios con informe aún pendiente
Podemos ver cómo la legislación costarricense no regula lo que el Observatorio de Género llama femicidio ampliado, y, por tanto, actualmente no existen penas agravadas para los casos donde el asesinato de mujeres como consecuencia de la violencia de género, sea cometido por personas más allá de sus relaciones sentimentales actuales o pasadas.
La diputada Montiel Héctor agradece a los diputados integrantes de la Comisión de la Mujer, por el apoyo y compromiso que han tenido en la tramitación de esta iniciativa.
“Con el fin de ampliar la protección de las mujeres sometidas a episodios de violencia, se incluyó en la propuesta de ley que presenté las relaciones de noviazgo, las de convivencia, casuales u otras análogas que no estaban reguladas para proteger estas relaciones, aun cuando medie divorcio, separación o ruptura y siempre que la conducta no constituya un delito más grave previsto con una pena mayor. Se propone reformar el inciso d) del artículo 239 del Código Procesal Penal, para que se pueda ordenar la prisión preventiva en las relaciones de noviazgo o de convivencia, no convivencia, casual u otra análoga, aun cuando estas hayan finalizado, para reforzar la protección a la mujer víctima de violencia.”, manifestó la diputada Aida María Montiel.
Muchos de estos crímenes sucedieron en el entorno familiar. Los tribunales han hallado culpables de cometer femicidio, o por tentativa, a 183 hombres, entre 2009 y 2018. A otros 112 se les absolvió. La Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres (LPVCM) se promulgó en el año 2007. El Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial recibieron un total de 197.450 denuncias por infracciones contra la LPVCM, entre 2007 y 2018.
La congresista Montiel indicó lo siguiente: “Casos como los de Allison Bonilla, Marta y el de Úrsula ayer, al igual que el de muchas otras mujeres, acosadas, agredidas, ultrajadas y asesinadas, muchas de ellas amas de casa y con una baja escolaridad, merece toda la atención de las autoridades judiciales para que se puedan perseguir y condenar a los responsables de estos hechos tan violentos contra las mujeres. Es hora de erradicar la violencia de la mujer en todas sus formas. Este proyecto de ley es un avance más en esa lucha que día a día libra el país, para prevenir y sancionar las conductas delictivas cuyas víctimas sufren en carne propia, una violencia generada simplemente por el hecho de ser mujer, y los resabios de una sociedad machista y patriarcal.”