- La decisión de impulsar el cultivo del cáñamo es con fines industriales y como una opción para la reactivación económica del sector agroproductivo de la provincia
Por Silleny Sanabria Soto.
finales del mes de enero comenzó la cosecha de los materiales de cáñamo cultivados en la estación experimental Enrique Jiménez Núñez, en Cañas, con excelentes resultados; así lo afirmaron los especialistas del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia de Tecnología (INTA).
El inicio de las evaluaciones de los materiales comenzó en octubre del 2020, a partir del ingreso al país de las primeras plántulas in vitro de tres cultivares de cáñamo industrial, Cannabis sativa L. Sativa. Se trata de las variedades Queen Dream, Maya Grain y Cherry Blossom. Según los resultados INTA, estas variedades tienen gran potencial para diferentes usos industriales, por ejemplo, los aceites de la planta se utilizan en la industria farmacéutica y cosmética; la fibra se aprovecha como insumo para uso textil; las semillas son un gran alimento para las personas; y de las hojas y raíces, se puede producir té, infusiones, abono orgánico o alimento para animales.
“Las investigaciones del INTA sobre cáñamo industrial tienen como único objetivo que el país cuente con conocimientos técnicos y científicos a la hora de tomar una decisión sobre el desarrollo de este cultivo en el país, y que los pro- ductores costarricenses cuenten con un paquete tecnológico si los legisladores aprueban la siembra”, comentó el director del INTA, Arturo Solórzano Arroyo.
¿Cómo es el proceso?
Una vez cosechadas las primeras plan- tas, dará inicio el proceso de secado y curado de los grupos de flores para medir luego la humedad y contenido de CBD (Canabinoide) de las mismas, que es el material esencial de la planta y parte importante de las valoraciones que contemplan los ensayos.
“El proceso de cosecha comienza con la defoliación de las plantas, es decir, se cortan las hojas para dejar en la planta solo las inflorescencias, o capullos. La planta defoliada se deseca durante cuatro días, en una cámara de frío. Luego, las inflorescencias se separan del resto de la planta, de una en una, y se mantienen en frascos de vidrios para estudios posteriores de la calidad de producto y valorar la cantidad y calidad en las condiciones en que la cultivamos”, explicó Arturo Solórzano Arroyo, director del INTA.
Las investigaciones en campo del INTA, verifican el comportamiento del germoplasma de cáñamo en Guanacaste y en el Caribe, y se extenderán por aproximada- mente tres o cuatro meses más, con el fin de evaluar las condiciones agronómicas, agroecológicas y la susceptibilidad de plagas de los 12 cultivares de cáñamo que ya se encuentran en el país.
La decisión de impulsar el cultivo del cáñamo con fines industriales es una opción para la reactivación económica, dado el interés que diversos grupos agro-productivos han expresado para el desarrollo de la actividad.
Los ensayos que desarrolla el INTA tienen como fundamento legal, las excepciones contempladas en la Convención Única sobre Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, reconocida por Costa Rica desde 1970; así como el Protocolo de Modificación de la Convención Única sobre Estupefacientes (Ley N° 5168 del 25 de enero de 1973.), en los cuales se posibilita la utilización y procesamiento de estas sustancias con fines médicos y científicos. Lo anterior fue ratificado por la Procuraduría General de la República, mediante el Dictamen C-079-2018, del 19 de abril del 2018, para la producción controlada, la importación, el procesamiento y trans- formación, entre otras, para el desarrollo de investigaciones científicas con múltiples propósitos.