Los últimos meses de 2018 fueron para los cacaoteros y chocolateros costarricenses un año especial. Tanto productores del cultivo, como artesanos del chocolate, destacaron en concursos internacionales por la calidad del grano y del principal subproducto de esta fruta que crece en distintas partes del país y cuya producción viene siendo impulsada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería desde 2012, mediante un esfuerzo conjunto con las organizaciones de productores, especialmente la Cámara Nacional de Cacaos Finos, CANACACAO.
Uno de los certámenes más exitoso fue la versión del International Chocolate Awards para Centroamérica y México, celebrada a finales del año pasado, de donde Costa Rica se trajo 22 premios, convirtiéndose en el país que más reconocimientos obtuvo, seguido por México con 19 y El Salvador con 18 premios.
Las empresas costarricenses que brillaron en este concurso fueron: Nahua con 10 premios; Malekú, con 7 premios; Sibö, con 4 premios, y Estukurú con 1 premio.
El otro evento importante que se desarrolló entre los meses de octubre y noviembre del año anterior, fue el Certamen Mesoamericano de Cacao Amigable con la Biodiversidad, impulsado por el proyecto Sistemas Productivos Sostenibles y Biodiversidad, ejecutado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), y la Fundación Mucho A.C. y su Museo de Chocolate. El mismo contó con el apoyo del Banco Mundial y del Gobierno de México.
En dicha actividad Costa Rica obtuvo importantes lugares a saber; el cuarto, quinto, sétimo y décimo, de un total de 33 participantes. La importancia de este evento radica en que procura reconocer la excelencia del cacao fino de aroma proveniente de cacaotales donde se aplican prácticas amigables con la biodiversidad, destacando el sabor, las técnicas de producción y el potencial en los mercados internacionales. A este concurso fueron invitados a participar los diez países integrantes de la iniciativa Corredor Biológico Mesoamericano: Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
“Lo más importante, además, es que el cacao costarricense ya no busca ser un producto de gran escala, sino reinar en fincas pequeñas. Cada vez más familias ven en el fruto un cultivo próspero, que incluso gana terreno en las exportaciones. En la actualidad existen más de 4.000 hectáreas en el país sembradas de cacao, en manos de pequeñas familias, y en zonas muy vulnerables, como Talamanca y Upala. En esas comunidades rurales, el cacao se está convirtiendo en una fuente de ingresos importante para mejorar la calidad de vida de las familias agricultoras”, expresó la Viceministra de Agricultura y Ganadería, Ana Cristina Quirós Soto.
No es la primera vez que el cacao costarricense destaca en concursos internacionales, ya que desde hace varios años participa y ha recibido galardones en los Internacional Chocolate Awards.
La competitividad del cacao en Costa Rica, está sustentada por las condiciones climáticas, abundantes suelos aptos, ubicación geográfica con cercanías a grandes consumidores y tránsito directo a Europa y Estados Unidos de América (EE.UU.), así como por la mano de obra típicamente familiar que reduce los costos de operación y el uso de tecnología moderna en la producción de cacao, que está siendo aplicada en nuevas plantaciones con notable éxito y eficiencia. El mercado para el cacao fino y de aroma, el cual se produce en Costa Rica, es amplio, mínimamente atendido y dispuesto a pagar sobreprecio.
Planes de crecimiento
Desde 2012, el MAG ha unidos esfuerzos con otras entidades de Gobierno y del Sector Agropecuario, la academia, productores y centros de investigación para fortalecer la actividad. Parte de estos esfuerzos es la distribución de 162 mil plantas de cacao mejoradas a 700 agricultores del cantón de Talamanca, mediante el Programa Sixaola. En esta región del país existen productores que registran los mejores rendimientos, algunos superiores a los 1.500 kilogramos por hectárea/año; mientras que el promedio nacional está en 273 kilogramos.
“Dentro de las acciones concretas está la implementación de un Plan Nacional para la consolidación de una agrocadena competitiva y sostenible, el cual está en proceso de afinar detalles para su ejecución a partir del segundo semestre de este año con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA, y del Sistema de Banca para el Desarrollo”, detalló la Viceministra.
Este plan contempla cinco objetivos, a saber, el fortalecimiento de la plataforma de servicios asociados a la cadena, de manera que contribuya a incrementar la eficiencia en sus procesos; el aumento de la producción y productividad del cultivo, bajo criterios de sostenibilidad y equidad con énfasis en las 3 principales zonas de producción; potenciar la diferenciación del cacao costarricense a partir de procesos de agregación de valor que permitan captar y distribuir mayores beneficios a los actores involucrados en la actividad, a la vez que se resguarde su calidad como cacao 100% fino y de aroma; la promoción y posicionamiento del cacao costarricense en mercados diferenciados a nivel nacional e internacional; la incidencia en el consumo nacional e internacional para la colocación de productos derivados del cacao costarricense.
A nivel regional se está trabajando en la conformación de una instancia regional cacaotera denominada Comité de Integración del Cacao de Centroamérica y República Dominicana (SICACAO), con el objetivo de mejorar el sector cacaotero de la región, mediante políticas públicas que beneficien la competitividad y sostenibilidad del sector.