Su propuesta es clave: confronta el trabajo poético nacional con las voces de escritores de diversas partes del mundo; promueve la lectura; ofrece talleres. Además, realizan sus recitales y lecturas en bibliotecas, escuelas, colegios, universidades, centros de cultura, museos, hospitales, cárceles o teatros.
Es el único festival de poesía, donde a cada autor invitado, se le publica un libro. En este momento, se han editado 254 libros a poetas de todas las latitudes, cuyas colecciones signan un esfuerzo loable de promoción y difusión cultural.
A lo largo de estos 20 años, han establecido 25 sedes regionales, que afirman el trabajo cultural, y han logrado descentralizar la cultura, toda vez que los poetas invitados, deben desplazarse hasta dichas comunidades y compartir su trabajo con los autores de las localidades visitadas. Al final de las jornadas comunitarias, los invitados se reúnen con el auspicio del hotel Laguna Lodge Tortuguero, para efectuar sesiones poéticas de seminarios y talleres entre los escritores invitados y un selecto grupo de poetas nacionales.
En esa línea, el Festival ha llegado, no solo a San José, como capital, sino a numerosísimas comunidades del país, tales como Turrialba, San Carlos, Pérez Zeledón, GUANACASTE, Paraíso, Esparza, Orotina, Monteverde, Belén, Hatillo, Cartago, Heredia, San Isidro de Heredia, Alajuela, San Ramón, Shiroles, Siquirres, Pococí, Bribri, Talamanca, Guácimo, entre otros. Así como al CAI Jorge Arturo Montero y CAI Vilma Curling. Estos dos últimos espacios son novedosos entre los festivales poéticos.
Guanacaste se unió al Festival desde el 2003 y con el apoyo del FIPCR, la Universidad Nacional, la Universidad de Costa Rica, el Centro Literario de Guanacaste, el Liceo Laboratorio de Liberia, el Colegio Humanístico de Nicoya, el Museo de Guanacaste, y otras instituciones, ha traído las voces de escritores prestigiosos como Roberto Sosa (+), Otto Raúl González (+), Vicente Muleiro, Celedonio Orjuela, Luis Alberto Ambroggio, Guadalupe Elizalde, Carola Brantome, Talat Shalim. Natalia Toledo, Jon Andion, Luis Thenon o Carlos Aguasaco, Esa confrontación con las voces y el trabajo de valiosos autores internacionales es una estrategia muy enriquecedora para los creadores nacionales.
Sé que para la triada de escritores y gestores culturales voluntarios, resultó
dificultoso ese trabajo inicial de promoción, sin embargo, veinte años después, el Festival es altamente reconocido en el ámbito internacional, lo que les ha permitido alianzas estratégicas, así como nuevos y valiosos patrocinadores ligados con la cultura.
En este momento, el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica cuenta con una estructura organizativa muy equilibrada, toda vez que han logrado incluir a importantes artistas costarricenses en sus cuadros de trabajo. La rectoría continúa con la experiencia de Norberto Salinas, Julieta Dobles y Rodolfo Dada. La producción ejecutiva está a cargo de la diligente Susana Poveda.
Otro acierto del Festival Internacional de Poesía es el acercamiento y la integración con los grupos organizados que existen en el país, así como la incorporación de varias de las organizaciones comunitarias, públicas y privadas, de los diversos polos interiores de la cultura.
En esa línea, se reconoce haber hecho posible la confluencia de la mayoría de integrantes de grupos y talleres poéticos diversos, toda vez que la poesía es una sola voz de conciencia de libertad, más allá de postulados éticos, estéticos o ideológicos.
Este año, por la pandemia de la Covid-19, la edición XX del Festival Nacional de Poesía de Costa Rica será virtual. Se extenderá del 17 al 30 de setiembre, y será mediado por la red social Facebook y Youtube FIPCR Casa de poesía.
Fui seleccionado por la organización para participar en representación de mi provincia: GUANACASTE. Los invito a seguir mi participación, el viernes 18 de setiembre, a las 6 p.m.
Asimismo, en octubre se llevará a cabo el XX Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, con 90 poetas participantes.
Los cuatro lustros de intenso trabajo cultural del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica (FIPCR) han sido beneficiosos para el desarrollo de la poesía costarricense, pues ha abierto nuestro país a voces multiculturales, de las cuales se han nutrido las comunidades y los creadores costarricenses, quienes han podido confrontar su trabajo con las manifestaciones artísticas de otras latitudes, muchas de ellas, a miles de kilómetros de distancia física, pero de cercanía espiritual y creativa, para los afanes del factor humano.