¡Solo se acepta efectivo!, este enunciado, visible -en algunos casos- en minisúper, abastecedores, quioscos, pulperías de barrio, figura como uno de los grandes retos que enfrentan estos puntos de venta guanacastecos para dar el salto hacia una mayor competitividad.
Así lo reveló un censo elaborado este año por Fundes Latinoamérica, que se desarrolló a nivel nacional y que contempló 9600 pequeños negocios.
En el caso específico de Guanacaste, los pequeños negocios censados de la provincia se encuentran sólo por encima de Limón en cuanto a nivel de bancarización. Por ejemplo, un 40,8% de los encuestados carecían de cuentas bancarios.
Asimismo, un 52% recibe pagos electrónicos y un 48% no los recibe, lo cual limita las oportunidades para obtener mayores ingresos por concepto de ventas de sus productos.
El censo también reveló otra serie de retos como lo son los problemas con la facturación electrónica, la fuerte competencia entre formatos, poca diversificación de proyectos y servicio, así como propuesta de valor.
Mauricio Ramírez, Coordinador de Inteligencia de Negocios de Fundes explicó que tras el censo se detectaron específicamente tres retos para este tipo de comercios: inclusión financiera, el entorno, relacionado con la competencia y el bienestar personal.
“Estos empresarios quieren que los bancos los miren como socios para negocios, desean tener una relación más estrecha con las entidades financieras, que no solo sea venderles un servicio”, señaló Ramírez.
Otro aspecto que llamó la atención es que aunque el 98% de los propietarios de estos negocios cuentan con teléfonos inteligentes y conectividad, los mismos no lo utilizan para el desarrollo de sus negocios.
Cabe destacar que este tipo de formatos de negocios generan un impacto positivo en la economía del país pues impulsan más de 20 000 empleos a nivel nacional y ocupan un volumen de ventas de $1729 millones anuales.