- De esa manera lo expuso el investigador y extensionista de la Universidad Estatal a Distancia, Federico Li, en el 34 Congreso Internacional de Investigación en Economía Pública y Social.
- Ante recientes hechos en cooperativa, instó a usuarios a pedirle constantemente cuentas a directivos de los entes como accionistas.
- Con más de 200 asistentes en el congreso, expertos nacionales e internacionales, académicos, y responsables de políticas públicas para debatir y proponer soluciones concretas a retos país.
Un 20% de las ganancias que generan las cooperativas en Costa Rica son destinadas a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), explicó el investigador y extensionista de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Federico Li Bonilla.
Las declaraciones las brindó en el 34 Congreso Internacional de Investigación en Economía Pública y Social (CIRIEC), que se desarrolló desde el miércoles 16 y se extendió hasta este viernes 18 de octubre de 2024 en el Auditorio La Viña del Este, en San Rafael, Montes de Oca.
Li indicó que las cooperativas funcionan como un “paraguas”, y sus asociados suelen ser micro o pequeños empresarios. “Para que la cooperativa sea rentable, eficiente y genere ganancias, necesita que sus asociados mantengan un nivel de calidad elevado”, dijo.
Informó que las cooperativas brindan apoyo, “ya que es una relación de ganar-ganar: reinvierten en la cooperativa para ser altamente eficientes”, señaló el investigador de la UNED al tiempo que explicó que las dos más grandes y rentables del país (Dos Pinos y Coopesa) aportan más que muchas empresas centroamericanas.
Reiteró que el dinero generado por estas cooperativas permanece en las pequeñas localidades y son distribuidas entre los mismos asociados.
Entre otros productos, estás asociaciones producen azúcar, sal, leche, carne, así como servicios de electricidad proveniente de fuentes renovables, telefonía, televisión por cable, internet y agua las cuales son consumidas por la mayoría de la ciudadanía del territorio nacional.
Un ejemplo del impacto de estas organizaciones es el trabajo de las cooperativas de electrificación rural, como Coopeguanacaste R.L. y Coopelesca R.L., que han llevado electricidad a más de 300,000 hogares en zonas alejadas.
En cuanto al acceso al agua potable, el trabajo de las ASADAS ha sido crucial en la gestión de sistemas de agua en áreas rurales. Estas asociaciones comunitarias gestionan aproximadamente el 30% de los acueductos del país, permitiendo que comunidades alejadas tengan acceso a agua potable.
Rendición de cuentas. Ante los recientes hechos de intervención en una cooperativa, el investigador y extensionista de la UNED, Federico Li Bonilla, instó a los usuarios quienes son accionistas de estas asociaciones a pedirle constantemente cuentas a los directivos.
“Hay una tendencia que, cuando una cooperativa crece mucho, el asociado comienza a sentir que ya no es el dueño. Pero todos los asociados pueden pedir resultados”, mencionó Li.
“Las cooperativas representan una parte fundamental del sistema, y Costa Rica no sería la misma sin ellas. Han permitido que nuestro país tenga un nivel de desarrollo medio-alto, gracias también al esfuerzo nacional”.
Más de 200 asistentes en congreso
A lo largo de tres días, más de 200 asistentes acudieron al 34 Congreso Internacional de Investigación en Economía Pública y Social (CIRIEC) en la que expertos nacionales e internacionales, académicos, y responsables de políticas públicas debatieron y propusieron soluciones concretas a retos país.
Asimismo, se abordaron el papel de las cooperativas y las organizaciones de la economía social en la prestación de servicios públicos en áreas rurales y semiurbanas que han sido fundamentales para garantizar el acceso a electricidad y agua potable en comunidades que históricamente han estado desconectadas.
Los asistentes coincidieron en que, a pesar de que Costa Rica ha tenido avances en materia de sostenibilidad –que va más allá del tema ambiental--, el país enfrenta desafíos críticos que deben ser solucionados al corto y mediano plazo.
E insistieron en la necesidad de fortalecer las alianzas público-privadas para mejorar la accesibilidad a los servicios básicos. Estas alianzas deben facilitar el acceso a financiamiento y asistencia técnica, al tiempo que promuevan marcos regulatorios que incentiven la inversión en infraestructura pública.