- La cooperativa COOPEACUICULTORES R.L. desarrolla el proyecto que emplea a 26 asociados.
- Mujeres se dedican a la fabricación del alimento a base de desechos de pescado, soya y vitaminas.
En las profundidades de las aguas marinas de Isla Venado, ubicada en el Golfo de Nicoya, miles de camarones blancos crecen y se desarrollan de forma orgánica, es decir, sin químicos, los cuales son consumidos y comercializados para beneficiar a más de 1.500 personas, entre ellos habitantes, tour operadores, hoteles y restaurantes.
El proyecto de pesca responsable y sostenible con el ambiente es liderado por 26 familias pescadoras, asociadas a la Cooperativa de Autogestión de Servicios de Acuicultura, Pesca y Turismo (COOPEACUICULTORES R.L) desde hace dos años.
“Este tipo de cultivo nos permite que el camarón crezca más rápido, su calidad, tamaño y sabor es superior al que crece en una laguna”, asegura Allan Barrios, gerente de la cooperativa.
Al inicio del proyecto en 2020, la cooperativa producía 700 kilos en las primeras pruebas, no obstante, la calidad del camarón, la alta demanda y la eficiente producción les permite registrar una producción de 2.000 kilos por cosecha, es decir, producen más de 6.000 kilos anuales, garantizando así la disponibilidad del producto durante todo el año.
El camarón orgánico de la isla guanacasteca se vende a comerciantes, turistas, pescadores como carnada en la práctica de una pesca responsable, además se incluye en el menú del único restaurante flotante de la zona llamado “Proyecto de camarón”.
“Desde su creación ha sido la iniciativa responsable de traer progreso, esto porque la pesca es la única actividad económica que existe en la isla. Cuando comenzamos existían sólo dos cabinas para hospedarse en la isla, ahora hay 25”, comenta el gerente.
Dentro de su proceso de crecimiento, el apoyo de instituciones como el Instituto de Fomento Cooperativo (INFOCOOP), Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA) y Consejo Nacional de Cooperativas (CONACOOP) ha sido crucial.
“Desde el INFOCOOP hemos estado apoyando a la cooperativa en la búsqueda de actores estratégicos que les permitan desarrollar sus proyectos de diversificación productiva siempre, bajo la premisa de generar empleo digno y propiciar una adecuada distribución de la riqueza. Actualmente departamentos como Asistencia Técnica y Educación y Capacitación se mantienen apoyándoles para generar, en el segundo semestre del año, un diagnóstico de necesidades a mediano y largo plazo”, comentó Liseth Guzmán, subdirectora ejecutiva a.i. del INFOCOOP.
Otras de las instituciones y cooperativas que han dado soporte son: El Parque Marino, COONATRAMAR R.L, Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), Ministerio de Trabajo.
¿Cómo se cultiva el camarón orgánico?
La fase de producción implica colocar las larvas en jaulas flotantes. A los 22 días, alcanzan una longitud de 1.5 centímetros y son trasladadas a las mallas camaroneras. De tres a cuatro meses están listos para el consumo y comercialización.
Eso sí, antes de ello, han sido alimentados con desechos de pescado, soya y vitaminas, ingredientes que utiliza la misma cooperativa para elaborar la comida orgánica que consumen y que representa el 65% de su alimentación. El restante 35%, depende de las algas naturales que se forman dentro del mar.
“Actualmente, las mujeres tienen un papel muy importante en la fase de producción del camarón porque son las encargadas de producir el alimento. La capacitación que les ofreció el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) nos da la posibilidad de ahorrar en la no compra de esa materia prima”, añade Barrios.
Investigación previa
Tras una investigación previa, la cooperativa determinó la viabilidad del cultivo acuícola en Isla Venado. Durante el estudio que tardó 2 años se concluyó que estos crustáceos no están en riesgo de contraer enfermedades pues crecen en un ambiente normal para su especie.