Melissa Solís Cordero / Periodista Periódico Mensaje
La radiología en la odontología es imprescindible, afirmó la Dra. Mariamalia Villavicencio Conejo, Radióloga y socio-fundadora de Tomodent.
Hace dos años y medio, Tomodent abrió sus puertas en Guanacaste, siendo el centro radiológico pionero en la modalidad tridimensional o lo que hoy se conoce como tomografía cone beam, para uso odontológico.
“Nació ante una necesidad del gremio odontológico en la provincia, al no contar con la tecnología o este tipo de equipos, por lo que pacientes locales y extranjeros se trasladaban a San José para hacerse sus radiografías en 3D”, dijo Villavicencio.
Tomodent hoy ofrece sus servicios en Liberia y Santa Cruz, con servicio de calidad y competitivo en precios, respecto a otros países, por lo que es muy codiciado por nacionales y extranjeros.
La radiología tridimensional está en auge en Costa Rica. Esta herramienta es útil para el diagnóstico dental y maxilofacial, ya que permite tener una visión en profundidad y determinar la verdadera dimensión de las estructuras y lesiones que en ellas se presentan.
“En la odontología hay estructuras internas que no se pueden ver a simple vista. Su diagnóstico es vital para conocer cómo está la salud bucal en general de un paciente. La radiología es la herramienta que se utiliza a diario para el diagnóstico en todas las ramas de la odontología. Se utiliza para planificación de muchísimos tratamientos y hoy, con la tomografía podemos ver más allá de lo que se observa en una radiografía 2D como lo es panorámica.”, indicó Villavicencio.
Cuando se utilizan los software en 3D el odontólogo puede observar todas las estructuras con mayor precisión, se puede dar “vuelta completa” a un diente y verificar su integridad, determinar el grosor mandibular para colocar un implante, la distancia de las cordales a estructuras importantes para poder planificar una cirugía, entre muchas otras.
“Las tomografías varían en tamaño según la necesidad del odontólogo. Una tomografía en dimensión pequeña abarca dos o tres dientes, y estas tienen muy buena resolución. Permiten incluso ver pequeñas fracturas que con la radiología intraoral no se pueden observar. Una de dimensión mayor puede abarcar toda la mandíbula.”, enfatizó la Radióloga.
A través de la radiografía tridimensional, se pueden revelar: quistes, pérdida de hueso, tumores, anomalías del desarrollo, caries dentales interproximales o en zonas no visibles, e incluso fracturas. En la fotografía se utilizan los pixeles que son cuadrados, solo tienen dos dimensiones. En tomografía la unidad es el vóxel, que tiene forma de cubo. Por esto la imagen además de largo y ancho, tiene profundidad
“Lo más importante de la radiografía periódica como medio diagnóstico, es poder detectar a tiempo lesiones tumorales en huesos maxilares, tanto benignas como malignas. Las malignas por razones obvias: el cáncer puede iniciar aquí y expandirse a otras zonas con el compromiso de la vida del paciente; y los tumores benignos en los maxilares pueden ser tan agresivos que con su remoción puede quedar “mutilado” el paciente, ya que puede removerse gran parte de la mandíbula. Estas lesiones inicialmente son pequeñas y no tienen síntomas. Por eso la importancia de detección temprana. Para que al removerlas no deba también extraerse zonas amplias de hueso, con el consecuente deterioro de la calidad de vida del paciente”, aseguró Villavicencio.
En Costa Rica hay pocos radiólogos bucales y maxilofaciales y ha habido un crecimiento grande de la tecnología. “Un reto de Tomodent es llevarle la información a los odontólogos de la provincia para que tengan las herramientas para utilizar estas nuevas tecnologías, siendo un apoyo para el gremio y los pacientes”, concluyó la Especialista.