El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer en el mundo.
1.830 personas, en Costa Rica, perdieron la vida debido a esta enfermedad neurodegenerativa, entre 2000 y 2022.
Este 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer en el mundo. Este es un padecimiento que afecta al sistema nervioso y a las partes del cuerpo que controla, mientras que sus síntomas son diversos y empiezan de forma lenta.
En Costa Rica, entre 2000 y 2022, 1.830 personas perdieron la vida debido a esta enfermedad neurodegenerativa, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
El Dr. José Lee Chang Segura, neurólogo, quien forma parte de la red médica de MediSmart explica que el primer síntoma puede ser un temblor apenas perceptible en una mano, pero también puede causar rigidez, lentitud en los movimientos y dificultad con el equilibrio y la coordinación.
Considerando que cada vez más personas sufren esta afección, es importante recordar la importancia de los cuidados necesarios de quienes la padecen. Es por esta razón, que Medismart comparte las cinco etapas del desarrollo de esta enfermedad, y los cuidados necesarios para los pacientes:
La primera etapa. Los síntomas del paciente por lo general no interfieren con sus labores diarias. El temblor ocurre solamente de un lado del cuerpo. Para disminuir la progresión, se recomienda la actividad física y empezar con los medicamentos recomendados.
La segunda etapa. Los síntomas se intensifican y afectan ambos lados del cuerpo o el centro. Se recomienda la fisioterapia y la terapia ocupacional para mejorar el movimiento y la postura, así como para facilitar las actividades cotidianas.
La tercera etapa. Se considera la etapa media, que se enmarca en la pérdida de equilibrio y los pacientes presentan más limitación en sus labores cotidianas. Por eso se aconseja iniciar con la asistencia de un profesional que cuide las acciones de la persona.
La cuarta etapa. Los síntomas están completamente desarrollados y son incapacitantes, el paciente puede caminar y mantenerse de pie, pero requiere de apoyo por seguridad. A partir de este punto, los pacientes necesitan mayor atención y ayuda física con sus actividades cotidianas y no se recomiendan que vivan solas.
La quinta etapa. Es la más avanzada y debilitante de la enfermedad, la rigidez en las piernas le hace imposible al paciente caminar, las personas están postradas en cama o en una silla de ruedas, por lo que se requiere cuidado constante en todas las actividades.
“En un país con un mayor envejecimiento de su población, es importante concienciar sobre este tipo de afecciones y cómo mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad. Desde Medismart, instamos a la población a que se realicen sus chequeos de salud regularmente, e informarse sobre este tipo de enfermedades”, concluyó el Dr Lee.