- Estructuras permiten trasladar electricidad de plantas a subestaciones y luego a clientes.
- 2.447 kilómetros de circuitos atraviesan el territorio nacional.
- 5.175 torres garantizan servicio continuo las 24 horas del día.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) aplicó durante este año un plan piloto con drones para supervisar las líneas de transmisión de difícil acceso. Estos equipos controlados a distancia permiten identificar daños en estructuras como torres y conductores para su debida atención, y así garantizar la continuidad del servicio eléctrico.
El Sistema de Transmisión Nacional –a cargo del Instituto– es la red de alta tensión que traslada la electricidad producida en las plantas de generación hasta las subestaciones. De ahí, la energía es llevada por las ocho empresas distribuidoras del país a los centros de consumo, como industrias, hospitales, instituciones, comercios y hogares.
Los drones permiten al Instituto más alcance y mayor exactitud al realizar las inspecciones de las infraestructuras de transmisión. Con la captación y el análisis de fotografías y videos en alta resolución, los equipos técnicos pueden optimizar los recursos para darle mantenimiento oportuno a los componentes de esta red.
“Cada año revisamos las 5.175 torres de transmisión instaladas en las siete provincias. Algunas de ellas alcanzan hasta los 100 metros de altura, con vanos (espacios entre las torres) muy largos, por lo que la tecnología de drones será ideal para examinarlas y minimizar el riesgo de alguna avería”, explicó Luis Roberto Rodríguez, gerente de Electricidad del ICE.
Los linieros –como se conoce al personal técnico que trabaja en estas estructuras– recorren cada año los 2.447 kilómetros de circuitos eléctricos en todo el país. De estos, 1.885 kilómetros atraviesan montañas, bosques y potreros, por lo que su operación correcta es indispensable.
Entre las actividades de mantenimiento que deben llevar a cabo los linieros de manera continua destacan el lavado para remover polvo acumulado y otras sustancias que se adhieren a las piezas, las podas para evitar que la vegetación llegue a tocar las líneas y la sustitución de componentes debido a deterioro o daño.
El Sistema de Transmisión de Costa Rica es uno de los más seguros y robustos del continente. Además de contar con altos indicadores de calidad, solamente registra una salida total en los últimos 14 años –acontecida en 2017–, debido a la activación de los protocolos de seguridad del Sistema de Interconexión Regional.