El pulso al crecimiento económico de Costa Rica se basa en promedios nacionales que, en su mayoría, no reflejan la realidad de muchos sectores y territorios rurales.
Después del profundo impacto de la pandemia sobre la economía nacional en 2020, el país muestra señales de recuperación con un crecimiento del PIB de 7,6% en el 2021. Esta es una buena noticia para el país y es una señal importante de confianza para el mercado; sin embargo, la mayor parte del impulso del crecimiento en dicho año (en concordancia con la tendencia de las últimas dos décadas) corresponde al fuerte dinamismo de las zonas francas, especialmente de la manufactura. Por su parte, los sectores más tradicionales como comercio y turismo han tenido un crecimiento más lento en las últimas décadas.
¿Por qué es importante ver más allá de los promedios?
El promedio es un indicador útil que sirve de referencia, en muchos casos, para realizar comparaciones; sin embargo, puede ocultar diferencias muy significativas. Por ejemplo, un estudiante con una nota promedio de 75 podría haber obtenido un 100 en la mitad de los cursos y en el resto una calificación de 50. Esto es un ejemplo sencillo de lo que llamamos la “trampa de los promedios” y cómo a veces es necesario inspeccionar más a fondo los indicadores antes de tomar decisiones.
¿Cómo ver más allá del promedio en la economía costarricense?
Primero, es necesario un enfoque territorial. San José, Heredia, Alajuela y Cartago son los cantones que concentran la mayor parte de la producción del país (44,6%), por lo que la actividad económica promedio está muy influenciada por estas cabeceras de provincia. En cambio, la realidad en zonas como Guápiles, La Cruz o Talamanca es muy distinta. Este hallazgo evidencia la importancia de salirse de la burbuja de la GAM, dado que el dinamismo económico promedio no refleja la realidad de una parte importante del país.
PRODUCCIÓN ECONÓMICA SEGÚN CANTÓN (Millones de colones).
El segundo requerimiento para ver más allá del promedio es tener un enfoque sectorial. Las brechas territoriales son aún más latentes cuando se contrastan las economías cantonales según las distintas actividades. El sector primario (la agricultura, ganadería y pesca) representa solo un 6% de la producción total del país; sin embargo, en doce cantones equivalen a más de una cuarta parte de la economía de esos territorios. Destacan los casos de Matina, Nandayure, Los Chiles y Parrita, en los que más del 40% de la producción del cantón se dedica a actividades del sector primario.
Ver más allá del promedio implica conocer las brechas dentro de los propios sectores económicos. Por ejemplo, la manufactura ha sido una de las actividades más dinámicas y de mayor peso, especialmente aquella proveniente de la industria médica de zonas francas. De acuerdo a los registros de Procomer, en el 2021 las agujas, catéteres, cánulas y otros dispositivos médicos representaron el 22% del total de exportaciones de bienes del país. Sin embargo, la mayor parte de la fabricación de instrumentos médicos y dentales se realiza en cantones del GAM, específicamente en los cantones centrales de Alajuela, Heredia, Cartago y San José que acumulan el 70% de la actividad.
En el caso de los servicios, existen cantones en los que un 90% o más del total de la producción se dedica a este sector pero con fuertes contrastes internos. Dos casos de este tipo son Santa Ana y Garabito, estos cantones son intensivos en servicios, pero en el primero el 26% de la producción corresponde a actividades profesionales, científicas y técnicas, mientras que en el segundo una proporción similar (28%) se dedica a servicios con menor contenido tecnológico como hoteles y restaurantes.
Con el objetivo de aportar en el proceso de formulación de políticas de desarrollo productivo, desde hace varios años el Informe Estado de la Nación mantiene una línea de investigación sobre estructuras productivas con enfoque territorial (Jiménez Fontana y Segura Carmona, 2021; Durán Monge et al, 2021; González Gamboa et al., 2021, Jiménez Fontana y Guzmán Benavidez, 2021). Este blog presenta una de estas herramientas, a partir de la cual la ciudadanía puede conocer con mayor detalle las estructuras productivas de su cantón según la Matriz Insumo Producto Cantonal (2017) del BCCR. En el panel a continuación usted puede realizar sus propios filtros para identificar el tamaño de la producción de cada cantón según actividades económicas y sector.
Un tercer elemento fundamental para salir de la burbuja de la GAM es poder medir la dinámica productiva en las distintas partes del territorio. Actualmente el país no tiene indicadores oficiales para dar seguimiento al desarrollo productivo más allá del promedio, tales como estadísticas anuales de crecimiento y estructura regional o cantonal. Lo anterior permitiría implementar políticas productivas con enfoque sectorial y territorial más precisas según las necesidades de las distintas partes del país. Esto es de especial relevancia, dado que la evolución y dinamismo de la producción dentro del territorio es heterogéneo. Un crecimiento económico más inclusivo generaría mayores oportunidades empresariales y de empleo a grupos de la población que han estado más excluidos, como aquellos fuera del GAM y en sectores menos dinámicos.
Fuente: PNUD.