- Su puesta en funcionamiento abre al país la posibilidad de colocarse como destino de vanguardia en el segmento aeroespacial.
Por Karen Retana Barboza
A partir de este 22 de abril, la Hacienda El Viejo ubicada en Filadelfia, será el punto de referencia donde operará un radar espacial dedicado a detectar escombros espaciales, para evitar eventuales colisiones con satélites o sondas.
Cuando la empresa norteamericana LeoLabs, proveedor de servicios de mapeo y monitoreo de la población satelital comenzó a considerar posibles sitios para establecer el radar cerca del Ecuador, Ed Lu, ex astronautra de la NASA y cofundador de dicha compañía, se puso en contacto con otro ex astronauta de la NASA: Franklin Chang Díaz, director ejecutivo costarricense-estadounidense y cofundador de Ad Astra Rocket Co. de Webster, Texas.
“Naturalmente, pensé en Franklin por Costa Rica, pero también porque compartimos la preocupación por la seguridad de nuestros compañeros de tripulación en la Estación Espacial Internacional”, dijo Lu. "Uno de los principales riesgos para la seguridad de nuestros amigos son los desechos orbitales que pueden atravesar el casco".
El casco de la estación espacial protege a los astronautas de objetos de menos de dos centímetros. La mayoría de los objetos de menos de diez centímetros no se rastrean, lo que significa que los astronautas no recibirían ninguna advertencia si un pequeño trozo de escombros perforara repentinamente el casco.
"Podemos cambiar eso", dijo Lu. "Con este radar tendremos la capacidad de proporcionar servicios de prevención de colisiones para objetos demasiado pequeños para ser rastreados actualmente".
El nuevo radar en Costa Rica operará en conjunto con otros radares de dicha compañía ubicados en Alaska, Texas y Nueva Zelanda. Cada radar adicional, mejora la capacidad de rastreo ya que para determinar la órbita de un objeto se requieren de múltiples observaciones.
“Su inauguración viene a llenar un vacío, ya que con éste se podrán rastrear todas las órbitas”, señaló Lu. Agregó que además de estar ubicado cerca del Ecuador, uno de los factores que influyó en la selección fue el compromiso del país con la responsabilidad ambiental.
LeoLabs, fundada en 2015 en Menlo Park, California, está construyendo una red global de radares para mapear la órbita terrestre baja y proporcionar servicios de prevención de colisiones a los operadores de satélite.