Miles de jóvenes viven alrededor de la pesca artesanal de pequeña escala y observan con preocupación su futuro. Las comunidades costeras adolecen de condiciones para ejercer su oficio de pesca artesanal de pequeña escala con dignidad y esperanza.
Las instituciones públicas han hecho caso omiso a la necesidad de crear condiciones adecuadas del sector de pesca de pequeña escala, que atienda los problemas estructurales y permita mantener la cultura y la identidad de la pesca artesanal de pequeña escala, la cual es vital para la economía del país y la seguridad alimentaria de la población costarricense.
Los problemas estructurales de acceso a la educación de calidad, seguridad social, tenencia de tierra, acceso al mar, recreación, son algunas de las limitaciones que los jóvenes pescadores artesanales de pequeña escala enfrentan al iniciar su actividad laboral, lo que provoca una enorme incertidumbre en miles de jóvenes que no tienen oportunidad de desarrollarse dignamente a través de esta forma de vida, que es la pesca artesanal de pequeña escala.
De acuerdo con Gilberto Naranjo, miembro de CoopeTárcoles R.L, esos obstáculos impiden que se mejoren las condiciones de vida en las zonas costeras del país, sobre todo cuando se trabaja como pescador (a) artesanal de pequeña escala.
“En el país no hay una línea para promover la pesca artesanal de pequeña escala de una manera ordenada, los jóvenes que se quieren dedicar a esta actividad, tienen que ver como se abren paso por sus propios medios armando sus equipos”, indicó Naranjo.
Constituida en 1986, CoopeTárcoles R.L es una Cooperativa asentada en el cantón de Garabito (Provincia de Puntarenas) donde los hombres y mujeres que la conforman se dedican a la pesca de pequeña escala y donde se ha reconocido un Área Marina de Pesca Responsable bajo un modelo de gobernanza compartido entre el gobierno y esta organización pesquera.
De acuerdo con elestudio de lEstado de laNación (2022) , el país no cuenta con una política pública que atienda de manera integral e interinstitucional la pesca artesanal de pequeña escala, bajo un enfoque de derechos humanos.
También señala que, con relación a las mujeres y jóvenes, los empleos impulsados por la institucionalidad dirigidos a este sector no responden a las realidades culturales de las identidades pesqueras, sin que reconozca el conocimiento tradicional y fortalezca la gobernanza. La pesca artesanal es una forma de vida vinculada a la seguridad alimentaria, al rescate cultural e histórico, y los esfuerzos deben darse articuladamente.
Para CoopeSoliDar R.L., el trabajo con los grupos de jóvenes de la pesca artesanal de pequeña escala es un eje prioritario para el mantenimiento de esta actividad. Es urgente garantizar como país, que se atiendan las necesidades de este sector, garantizando su incorporación en el ámbito laboral desde la seguridad, educación, recreación, salud, entre otros.
Se debe garantizar la apertura de los espacios de toma de decisiones para las personas jóvenes y su participación en -las mesas de negociación a todos los niveles. Es importante abrir los espacios de diálogo intergeneracional en donde se puedan compartir las experiencias entre jóvenes y adultos; así como la aplicación de nuevas destrezas de los jóvenes, tales como la innovación y manejo de tecnologías.
Lo anterior, quedó claro, en el III Congreso de Nacional de Pescadores (as) Artesanales Molusqueros (as) de Pequeña Escala, celebrado en Cahuita, en septiembre del 2023.
Los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señalan que en Costa Rica el sector de la pesca artesanal de pequeña escala genera 14 800 empleos en las operaciones de captura, mientras que las plantas de proceso, pescaderías y comercialización producen 3 216 trabajos.
Según el reciente estudio del Estado de la Nación, se estima que las personas vinculadas a lo largo de la cadena de valor de la pesca artesanal, asciende a unas 30 000 personas.