- El uso de semilla certificada de frijol casi se ha triplicado desde el 2018
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El uso de semilla certificada de frijol ha aumentado desde el 2018, muestra de esto es el crecimiento en la venta de esa semilla por parte del Programa de Reproducción de Semillas del Consejo Nacional de Producción (CNP), que mientras en el 2018 fue de 30 995 kg, en el 2022 vendió 90 973 KG, representando un aumento de casi el 300%.
El primer semestre de este 2023 la venta aumentó en un 135% con respecto al mismo período del año pasado. La venta pasó de 20 270 kg a 60 955 kg.
“El aumento en la venta de semilla certificada de frijol es una señal positiva de que nuestros productores están cada vez más conscientes de la importancia de utilizar semilla de calidad en sus cultivos. Recordemos que este es uno de los factores que intervienen para lograr una mejor productividad,” manifestó el presidente ejecutivo de la Institución, Adolfo Ramírez Carballo.
La variedad de semilla más buscada es la Cabécar, que es de color rojo y en segundo lugar la variedad Nambí de grano negro. Las regiones en que se compró más semilla fueron la Huetar Norte y la Brunca, que son las zonas de mayor producción en el país.
El CNP comercializa actualmente semilla de 6 variedades: Brunca, Cabécar, Guaymí, Matambú, Nambí y Tayní.
Existen múltiples ventajas asociadas al uso de semilla certificada en los procesos de siembra. Entre estas ventajas destacan el incremento en el vigor de las plantas y la mejora en el porcentaje de germinación, garantizando un mínimo del 80%. Además, la semilla certificada disminuye la incidencia de agentes patógenos, lo que contribuye a la prevención de enfermedades y garantiza un cultivo más sano. Asimismo, el productor puede tener la certeza de que el cultivo presentará todas las características deseables de la variedad seleccionada para la siembra. Estos factores en conjunto generan un aumento sustancial en la productividad y, en consecuencia, en la rentabilidad del cultivo