- Recetas autóctonas han pasado de generación en generación
- A falta de ollas de hierro, guanacastecos fabricaban sus propias ollas de barro y cucharas de jícara
Las festividades de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica evocan en los costarricenses alegrías y antojos por la riqueza cultural de la región. Su gastronomía autóctona hace saborear, a más de uno, las recetas, que van más allá de la tortilla palmeada, el olor a leña, las rosquillas, la cuajada y las tanelas.
La provincia guanacasteca tiene un vasto repertorio de alimentos y recetas que van de generación en generación y representa uno de los rasgos más importantes de su cultura.
Magdalena Angulo, embajadora de la cocina tradicional guanacasteca y miembro de la Casa de la Cultura de Liberia, contó que son muchos los platillos y recetas que guardan la historia de los ancestros, así como los utensilios de cocina.
A pesar de la pobreza, los guanacastecos se las ingeniaban en esa época. Al no existir hierro, crearon la olla de barro, el comal para las tortillas, las tinajas para mantener fresca el agua, la cuchara de jícara, el pascón y el guacal.
“¿Estos utensilios les dan un mejor sabor a los platillos? Pues sí, y son reciclables”, mencionó doña Magdalena, quien evidencia su molestia ante el desperdicio.
Además de la tradicional tortilla, alimento insigne de la provincia, está el gallo pinto guanacasteco, que solo lleva arroz, frijoles y cebolla. “No se le ocurra ponerle culantro ni apio ni chile dulce si quiere que sea el tradicional gallo pinto de la zona”, manifestó Angulo.
Esta mujer, de 67 años y con una intensa trayectoria de vida (es sobreviviente del cáncer de mama), aconseja a las nuevas generaciones mantener el legado de sus ancestros por medio de la comida y las tradiciones porque es más saludable para los comensales.
Y doña Magdalena tiene razón; científicos que han estudiado las conocidas zonas azules del mundo –donde las personas tienen vida extensa y de calidad– coinciden en la conveniencia de llevar una alimentación sencilla y saludable.
La Península de Nicoya, junto a Loma Linda, en Estados Unidos, Icaria en Grecia, Cerdeña en Italia y Okinawa, en Japón, son las zonas azules.
Doña Magdalena dice que las Casas de la Cultura ofrecen talleres en las escuelas donde se inculcan las tradiciones y la gastronomía y se asegura que los estudiantes se emocionan mucho cuando tienen estos acercamientos.
Doña Magdalena y otras mujeres guanacastecas cocinan una serie de platillos tradicionales guanacastecos que quizás usted no sabía que tienen origen en esa región:
- La tortilla palmeada de maíz (estilo guanasteco)
- Chica de atol de maíz morado
- Chicheme
- Atol de maíz de pujagua
- Piñonates (postre con papaya tierna, azúcar, canela y clavo)
- Pozol
- Moronga (morzilla), esta tiene arroz
- Arroz de maíz (no contiene arroz, sino maíz y pollo)
- Rosquillas
- Tamal asado
- Gallo Pinto
- Nísperos, zapote y mangos como frutas tradicionales
- La burra era la forma como el sabanero trasladaba su comida en la alforja. Contiene gallo pinto, queso, carne seca y huevo duro. Esto se envolvía en tayuyá (palabra chorotega que quiere decir algo así como “un gallito”).
- Ayaco (con hojas de chicasquil)