Más de 250 especies de aves han chocado con ventanas en Costa Rica y es la segunda causa de muerte de este animal en el mundo.
Proyecto impulsado por esta casa de estudio ha involucrado a comunidades, científicos y empresarios durante más de una década.
Iniciativa costarricense suma alianzas nacionales e internacionales para proteger la biodiversidad desde hogares hasta áreas protegidas.
La Universidad Estatal a Distancia (UNED) de Costa Rica lidera desde hace más de una década un proyecto pionero enfocado en mitigar las colisiones de aves contra ventanas, una problemática creciente que amenaza la biodiversidad del país y del mundo.
Esta iniciativa ha tenido impacto en diversas instituciones nacionales como edificios de áreas protegidas, municipalidades, sitios turísticos, centros educativos y hogares en cuyas ventanas se han implementado métodos de prevención de colisiones.
La principal fortaleza del proyecto ha sido la colaboración de cientos de personas que han compartido información y evidencia fotográfica sobre colisiones, así como métodos efectivos para prevenirlas.
Precisamente, la investigadora y docente de la UNED, Rose Marie Menacho Odio, explicó que el proyecto de Colisión Aves y Ventanas en Costa Rica comenzó en el 2013, “y lo que hemos hecho es recoger reportes de colisiones de aves”, dijo.
Detalló que las personas de todo el país han estado enviando reportes con fotografías y en este momento tenemos más de 250 especies de aves y más de 1.400 reportes con fotografías en todo el país.
Según detalló Menacho, entre las familias más vulnerables se incluyen colibríes (Trochilidae), reinitas (Parulidae), zorzales (Turdidae) y mosqueros (Tyrannidae).
“Hay todo tipo de aves, pero las que más abundan en cuanto a colisiones son los colibrís y también los zorzales de Swainson, que es una especie migratoria. En este momento hay muchas aves migratorias en el país, posiblemente estén colisionando contra las ventanas”, agregó.
Las colisiones son más frecuentes en noviembre, marzo y abril, coincidiendo con las épocas de migración. A nivel global, se consideran la segunda causa de muerte de aves silvestres, después del ataque por gatos domésticos.
Menacho también brindó recomendaciones clave si encuentra una ave que ha colisionado como por ejemplo:
No darle comida ni agua.
Colocar en una cajita con huecos y dejar descansar ahí hasta que se muestre más activa.
La investigadora; sin embargo, señaló que más del 60% de las aves que colisionan van a morir debido a sus heridas internas.
En la página de Facebook “Aves y Ventanas Costa Rica”, se pueden encontrar soluciones como el uso de adhesivos, cuerdas, pinturas o marcas en los vidrios, siempre aplicadas desde el exterior y cubriendo completamente la superficie.
“Gracias al apoyo de muchas personas, tenemos bastantes edificios que han colocado medidas para evitar las colisiones. Y, por favor, si encuentran alguna ave que ha colisionado, puedan subir su reporte a este grupo de Facebook que les he mencionado”, indicó.
A nivel nacional, la UNED colabora con entidades como la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad (CONAGEBIO), el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y Humane World for Animals, en la plataforma educativa “Costa Rica Silvestre”, que brinda herramientas para la convivencia entre seres humanos y vida silvestre.
También cuenta con el apoyo de la Asociación Ornitológica de Costa Rica y de empresarios que han desarrollado productos aplicados a infraestructuras para reducir los impactos.
Internacionalmente, la UNED mantiene vínculos con el Dr. Daniel Klem, de la Universidad de Muhlenberg (Estados Unidos), especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y organizaciones de Canadá y EE. UU. lideradas por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
“Las colisiones de aves con ventanas son un problema silencioso pero devastador, que afecta tanto a especies migratorias como residentes, incluyendo aves comunes, raras y amenazadas, es urgente generar conciencia y aplicar soluciones prácticas”, afirmó Menacho.
Finalmente, la investigadora indicó que, con esta iniciativa, la universidad busca reafirmar su compromiso con la conservación de la biodiversidad y la educación ambiental, “impulsando acciones que promuevan una convivencia armónica entre las comunidades humanas y la fauna silvestre”, concluyó.