• La afonía y la disfonía son los principales problemas que afectan a la voz, y en general se producen por el consumo de alcohol, tabaco y mal uso de la función vocal.

Por Silleny Sanabria Soto.

El Día Mundial de la voz, se ce­lebra cada 16 de abril desde que se decretó por la Federación de Sociedades de Otorrinolaringología, con el fin de crear conciencia sobre la importancia que tiene la voz, así como los cuidados que se deben tener para evitar problemas relacionados con las cuerdas vocales.

La laringología es la subespecialidad de la Otorrinolaringología que se ocu­pa de las enfermedades de la laringe y, por tanto, de los problemas de la voz. Al ser un órgano que se encuentra en­tre las vías respiratorias y el aparato digestivo puede verse influenciado por patologías de diversa índole y su al­teración puede provocar además pro­blemas respiratorios y deglutorios, es decir (Tragar los alimentos y en gene­ral, hacer pasar de la boca al estómago cualquier sustancia sólida o líquida).

Entre los trastornos más comunes de la voz se destacan la afonía y la dis­fonía. La primera de ellas se refiere a una afectación que produce la pér­dida de la voz, lo cual puede ocurrir de forma lenta o también de manera repentina, y puede deberse a distintas causas que afectan de forma directa a las cuerdas vocales.

Por lo general, cuando una persona grita, lo más probable es que aparez­ca esta condición, sin embargo, hay casos donde la afonía está vinculada a problemas o daños en la zona de la laringe y que pueden ser el resultado de alguna enfermedad.

Por su parte la disfonía es un trastorno que puede deberse a un mal uso de la voz que causa inflamación o irritación de las cuerdas vocales, produciendo daños o lesiones que se transforman en nódulos o pólipos. Esta condición es más común en entre profesionales del canto o personas que necesitan la voz para desempeñar sus trabajos.

Entre los factores más comunes están el consumo de tabaco, el abuso del al­cohol y de licores, patologías infeccio­sas del aparato respiratorio, como las sinusitis, bronquitis crónicas, amigda­litis, entre otras; alergias respiratorias, pacientes con reflujo gastroesofágico. Algunas enfermedades del sistema nervioso también pueden predisponer a la disfonía.

¿Cómo cuidar la voz?

• Algunos consejos para evitar lesiones o daños, que con el tiempo puedan ser irreversibles son:
• Tratar de no gritar o hablar en luga­res donde el ruido sea muy alto.
• Evitar el hábito de carraspear cons­tantemente.
• Evitar el uso del cigarro.
• Es recomendable mantener hidra­tadas las cuerdas vocales, median­te el hábito de ingerir abundantes líquidos durante el día.