En las últimas semanas debido a lamentables hechos, hemos visto como el tema de los abusos de toda índole –emocionales, sociales, psicológicos y sexuales e incluso llegando a la muerte- contra menores de edad ha sido noticia en los medios de comunicación nacional.
Los reportes de prensa son una manifestación clara de que hemos llegado a un punto inaceptable donde la falta de una política pública clara y con acciones concretas en este campo generó una crisis que nos estalló en la cara.
No obstante, esa pasividad gubernamental desde la sociedad civil tampoco podemos quedarnos cruzados de brazos a la espera de que las soluciones salgan de la nada.
Plan de acción
El primer paso para iniciar el camino en el combate contra el abuso infantil es muy sencillo, pero a la vez complicado. Basta con empezar inculcando en nuestros niños y niñas que nunca deben quedarse callados cuando sufren este tipo de vejaciones.
Los infantes, apenas en los primeros años de escuela, deben recibir una orientación clara con apoyo psicológico para saber cómo deben actuar ante las primeras señales de peligro. Ese paso inicial es fundamental para detectar a tiempo hechos que luego pueden dejar una huella irreversible en la formación intelectual y espiritual de los infantes.
Esta medida evitaría la invisibilización del abuso delito que enfrenta grandes obstáculos porque caso siempre encontramos que este tipo de conductas antisociales suelen ocurrir en el seno del núcleo familiar y casi siempre los parientes del menor despliegan todo tipo de esfuerzos para ocultar la anomalía.
Desde el cantón de Carrillo (Guanacaste) en los últimos meses en la Fundación Mission Activation Charity, echamos a andar un proyecto con talleres de capacitación a cargo de profesionales, un plan que a la fecha ha involucrado a más de 1400 alumnos de escuelas de la comunidad quienes hay están “afilados” en la doctrina de que “No deben callar”.
Todavía hace falta mucho camino por recorrer, pero una larga travesía se hace más corta cuando damos el primer paso y en este viaje para lograr el éxito no hay más tiempo que perder.