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La combinación de crecimiento sostenido, talento especializado, zonas francas competitivas y estabilidad institucional ha convertido al país en el destino más atractivo de la región para proyectos de alto valor.

Imagen ilustrativa tomada de pexels.com

Costa Rica se ha posicionado como uno de los países más competitivos del mundo para la Inversión Extranjera Directa (IED), y el 2025 confirma esa tendencia. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y el Banco Mundial, el país capta flujos de IED equivalentes a cerca del 6,5 % de su PIB, muy por encima de economías mucho más grandes como México (2,5 %), Colombia (4,1 %) o Chile (5,2 %).

Luego de recibir $4.321 millones en IED durante 2024, el dinamismo no se detiene. De acuerdo con el Banco Central, la actividad productiva medida por el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) creció en promedio 4,2 % interanual en el primer semestre de 2025, impulsada sobre todo por las empresas bajo régimen especial —zonas francas—, que crecieron 12,9 % en enero, 12,3 % en mayo, 15,5 % en junio y más de 15 % en julio.

El impulso exportador ha sido determinante en ese liderazgo. Los dispositivos médicos representan ya más del 30 % del total de bienes exportados, según PROCOMER, y sostienen el superávit comercial que ha consolidado a Costa Rica como proveedor estratégico para Estados Unidos y Europa.

Este comportamiento confirma a las zonas francas como el principal motor de la economía costarricense, buena parte de esa producción se concentra en los parques industriales de CODE Development Group en Coyol y Grecia, que agrupan empresas del principal clúster de ciencias de la vida de América Latina. Según su último reporte de sostenibilidad las compañías instaladas en estos complejos generan más de 24.500 empleos directos y 5.000 indirectos, además de encadenarse con más de 150 proveedores locales, lo que convierte a estos parques en un pilar del posicionamiento internacional del país.

“Costa Rica compite no por volumen, sino por sofisticación. Aquí llegan empresas que requieren talento técnico, infraestructura certificada y marcos regulatorios estables, y eso les da una ventaja de productividad que otros países no pueden ofrecer”, señala Carlos Wong, director general de CODE Development Group.

Las claves del atractivo costarricense

Para CODE Development Group, estas son las condiciones que explican el éxito de Costa Rica como polo de inversión:

  • Un aparato exportador en expansión constante. Las exportaciones de bienes crecieron un 9 % interanual en 2024, impulsadas por los dispositivos médicos, que ya representan más del 30 % del total exportado, consolidando al país como plataforma logística y tecnológica para América y Europa.
  • Zonas francas como motor económico. Las empresas bajo régimen especial crecieron a tasas de doble dígito durante 2025, mientras el régimen definitivo se ha mantenido con avances moderados, lo que evidencia el peso del sector exportador en el crecimiento nacional.
  • Talento especializado y productividad alta. Costa Rica cuenta con más de 350.000 profesionales bilingües y técnicos (según CINDE) que han permitido escalar hacia manufactura avanzada, ciencias de la vida y servicios corporativos complejos.
  • Estabilidad y predictibilidad institucional. La seguridad jurídica, la democracia estable y los tratados de libre comercio con Estados Unidos, Europa y Asia Pacífico convierten al país en un punto de entrada confiable para atender mercados globales desde América Latina.

Proyectos de clase mundial capitalizan las ventajas del país

Sobre esa base, empresas como CODE Development Group han contribuido a transformar las ventajas estructurales del país en proyectos concretos. Sus parques industriales Coyol Free Zone y Evolution Free Zone, forman parte del principal clúster de dispositivos médicos de América Latina y ofrecen infraestructura certificada, procesos de construcción acelerados y servicios especializados que permiten a las multinacionales acortar sus tiempos de instalación, reducir riesgos operativos y conectar con cadenas de valor locales.

Para sostener ese crecimiento, la compañía ha impulsado junto a instituciones públicas su plataforma Lumino, que capacita a personas en habilidades técnicas de alta demanda y reduce los cuellos de botella laborales que enfrentan muchas operaciones nuevas.

“Las principales empresas del mundo ya no buscan solo metros cuadrados: buscan ecosistemas que reduzcan riesgos y solidifiquen sus operaciones por décadas. En CODE Development Group articulamos infraestructura de clase mundial, talento especializado y estándares ESG para que las compañías puedan instalarse y crecer en Costa Rica con seguridad, continuidad y confianza”, concluyó Wong.

Con un crecimiento sostenido, un sector exportador competitivo y un ecosistema empresarial cada vez más sofisticado, Costa Rica se confirma como el destino más confiable de la región para invertir y crecer.

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