- Manifestaciones en campaña del presidente electo generan incertidumbre sobre la democracia; plan de deportaciones masivas es difícil de cumplir.
- Crece temor sobre idea de acabar la guerra en Ucrania, experto considera posible la suspensión de la ayuda a Kiev.
Desde todo punto de vista, se trataba de unas votaciones inéditas e históricas. Su resultado lo es aún más: la expectativa de una elección cerrada terminó con una victoria contundente del hoy presidente electo Donald Trump, del Partido Republicano, frente a su rival Kamala Harris, del Partido Demócrata.
¿A qué se debe la debacle demócrata y el triunfo holgado republicano? Transcurrido más de un día desde este martes 5 de noviembre, día de la elección, el académico Gerald Solano Aguilar, de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), hizo un análisis de los factores que más pesaron en la decisión final y lo que se espera de aquí en adelante.
Para Solano, hubo un fallo en la estrategia de la candidata oficialista que le hizo pagar una cara factura: su eje de campaña giró en torno al derecho al aborto, mientras que el republicano tomó las riendas de los riesgos de la migración y de la situación económica del país, que sí ha generado incertidumbre en gran parte del electorado.
“Si cuando vas al supermercado y compras leche o pan y te costaba 8 o 12 dólares y ahora te cuesta 20 dólares, por supuesto que esa prioridad del estadounidense promedio va a ser fundamental y eso inclinó la balanza hacia la elección de Donald Trump. Entonces, falla la estrategia demócrata porque ocurre lo que hemos visto en otras situaciones, y que es un pecado capital: que existe una desconexión entre la realidad del ciudadano y la propuesta partidaria”, reflexionó Solano.
También el hecho de que Harris tuviese solo 107 días de campaña versus los dos años desde que Trump anunció sus intenciones de regresar a la Casa Blanca, pesaron en la forma de llevar el mensaje. “En algunas entrevistas, Harris no mostraba posiciones tan claras, como por ejemplo, en política exterior y la manera que podría manejar el conflicto en Medio Oriente, o en el tema económico. Esa ambivalencia pudo generar dudas en el electorado de cómo podía resolver las situaciones del día a día”, agregó el académico de la Escuela de Relaciones Internacionales.
Lo anterior llevó a Harris a que en muchas intervenciones públicas la excandidata se viese programada y pensada en sus respuestas, frente a un estilo espontáneo de Trump, que para el elector estadounidense representó la estampa genuina y alejada a las élites políticas tradicionales. “Donald Trump, como decía lo que él pensaba, fuera políticamente correcto o no, la gente lo veía genuino. Y los votos y las elecciones se deciden por aspectos emocionales, entonces el candidato que lograra conectar con la gente es al final la persona que ganará, tal y como ocurrió”, manifestó Solano.
En medio del análisis de estos factores, lo cierto es que Trump se alzó con una victoria (obtuvo 295 votos electorales, y superó el umbral de 270 establecidos para asegurar el triunfo y con los resultados pendientes aún de Nevada y Arizona) y será investido el próximo 20 de enero, como presidente número 47 de Estados Unidos.
Perspectivas llenas de incertidumbre
Lo que pueda ocurrir en el segundo mandato de Trump discurre entre la incertidumbre de sus promesas de campaña y lo que pueda poner en práctica.
El panorama actual tiene al presidente electo con un alto poder, donde al parecer gozará de mayorías en la Cámara de Representantes y en el Senado, sumado al dominio que tiene en el Partido Republicano y el otorgado por el voto popular.
Con esa alta concentración de poderes, ¿puede estar en riesgo la democracia en el país más influyente del mundo? Para Gerald Solano, persiste una institucional fuerte en la nación norteamericana, que pueda seguir ejerciendo un contrapeso a las decisiones que adopte el próximo mandatario.
Sin embargo, mira con preocupación declaraciones, realizadas en la campaña, en el sentido de atacar y perseguir a sus “enemigos internos”, a la censura de medios de comunicación que le adversen o al impulso de reformas que puedan acomodar a su conveniencia el funcionamiento del sistema judicial.
A pesar de lo anterior, el tema de la democracia no estuvo entre las principales preocupaciones del elector en esta contienda y eso, el equipo de Trump lo supo canalizar a su favor. “La campaña se basó en dos miedos: que si Harris ganaba la economía se derrumbaba y que, si Trump triunfaba, se acababa la democracia. Pero vimos que entre los votantes republicanos el tema democrático pesó apenas un 4%, mientras que el económico fue del 55%”, destacó Solano.
En cuanto a la promesa de impulsar deportaciones masivas de personas extranjeras en condición irregular, el experto lo ve poco viable, al menos en los términos propuestos. Recordó que, durante las administraciones de Barack Obama, la primera de Trump y la actual de Joe Biden se han realizado importantes flujos de deportación, situación que no cambiaría. “Entonces, lo que cambia es la narrativa y la forma en que él se apropió del tema, con alusiones despectivas y xenofóbicas”.
Para Trump los primeros dos años de su presidencia serán vitales para efectos de las mayorías que pueda mantener en las elecciones legislativas de medio periodo en el 2027, si logra cumplir sus principales promesas de campaña.
En medio de esta situación, un hecho inédito son la condenatoria por falsificación de registros contables en la campaña de 2016 y otras causas abiertas por presunto fraude electoral y ocultación de documentos clasificados. Amparado en la inmunidad que se le otorga, existe muy poca probabilidad que estos casos prosperen o signifiquen un obstáculo para el presidente.
Más preocupante son las decisiones que adopte en política exterior, luego de manifestar que en 48 horas terminaría la guerra desembocada por la invasión de Rusia a Ucrania. El temor se fundamenta en que Estados Unidos retire el apoyo a Kiev y esto pueda ser aprovechado por las fuerzas rusas para tener una avanzada y una conquista de territorios, que implique la victoria por parte de Vladimir Putin.
En cuanto a Costa Rica, Gerald Solano estima que el país deberá plantear una estrategia diplomática bien definida, ante la amenaza de que las posturas comerciales proteccionistas de Trump agraven la atracción de inversión estadounidense o la implementación de la Ley de Chips y Ciencia impulsada por la actual administración de Biden y cuyos beneficios percibiría el país en el desarrollo de la industria de los semiconductores.
Estos y otros temas deberán ser analizados con lupa en los meses siguientes para conocer hasta dónde llega el Trump candidato y hasta donde pensará llegar el Trump presidente.
Vea la entrevista completa con el académico Geraldo solano desde este enlace de la página en Facebook de UNA Comunica: https://www.facebook.com/unacomunica.una/videos/892528486187809