- Certamen les brinda la oportunidad de participar en la categoría Tradicional Indígena, ganar un premio en efectivo, así como rescatar y revitalizar el oficio en estas comunidades.
- Volver a la cestería de fibras naturales es una beneficiosa opción ante el consumo del plástico en la Costa Rica del Bicentenario.
El oficio de la cestería tiene su origen en los pueblos indígenas costarricenses, ya sea para usos rituales, actividades productivas y, en general, de la cotidianeidad; preservando, a través del tiempo, su esencia, identidad y función.
Es en las comunidades ngöbe, cabécar, brunca o boruca, chorotega, bribrí, huetar, teribe y maleku, donde algunas personas artesanas aún saben dónde conseguir las materias primas y cómo prepararlas, para luego dar forma a diversos objetos. Estos saberes les han sido transmitidos de generación en generación por sus mayores.
Es por esta razón que el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura y Juventud, visita durante estas semanas los territorios indígenas para motivar a la participación del certamen Nuestras Artesanías Tradicionales 2021, Entrelazando Saberes, dedicado a la cestería.
De resultar ganadora, la persona artesana puede obtener premios por 1.5 millones de colones al primer lugar, un millón de colones al segundo, 750 mil colones al tercero, 500 mil colones para el cuarto y 250 mil colones para el quinto lugar, en cada una de las tres categorías: Tradicional Indígena, Tradicional Mestiza y Contemporánea. La inscripción estará abierta hasta el 18 de junio mediante un formulario digital accesible en el sitio www.patrimonio.go.cr
“Parte de la logística es divulgar las tres categorías del certamen, y al existir la categoría Tradicional Indígena, lo más importante es llevar el mensaje a los potenciales participantes ante problemáticas como la falta de conexión a Internet, para explicarles en qué consiste y cómo llenar el formulario. Al existir esta categoría, es necesario atender las diferentes necesidades, en este caso, hay menos posibilidades de dar seguimiento a la publicidad en redes sociales porque viven en lugares muy alejados. A veces es necesario contar con un intérprete por la barrera que puede ser el idioma para comprender las bases, como ocurre en las comunidades ngöbe, maleku y bribrí”, explicó Dayana Morales, funcionaria del Centro de Patrimonio Cultural, quien tiene a cargo el certamen.
La Comisión de Asuntos Indígenas (Conai) brindó su apoyo con la asistencia un profesional en Trabajado Social y con sus gestores regionales, en caso de que se requiera responder dudas en las lenguas originarias. Según comentó Morales, mediante la coordinación con la Conai, también se consultó a las comunidades si estaban interesadas en la visita para divulgar el certamen.
Además de fungir como enlace, los gestores de la Conai acompañan a los funcionarios del Centro de Patrimonio Cultural en las visitas, todo esto, cumpliendo con los protocolos de salud y aceptando las condiciones que las mismas comunidades establecieron.
Según las bases del certamen, artesanía indígena se entiende como: “Producto elaborado para satisfacer necesidades cotidianas, estéticas y rituales; mediante procesos principalmente a mano y con herramientas manuales. Usa y transforma la materia prima natural, preferiblemente local, con procesos y diseños, formas, colores, acabados y elementos estéticos propios de la identidad cultural colectiva de los pueblos indígenas”.
“Las personas indígenas son, por definición, las únicas que pueden elegir en cuál categoría participar”, destacó la funcionaria del Centro de Patrimonio Cultural.
Cada dos años el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, organiza el certamen Nuestras Artesanías Tradicionales. En su edición 2021 el certamen volcó su mirada hacia este oficio con el fin, no solo de premiar económicamente a 15 ganadores, sino, también, poner en valor la cestería costarricense y contribuir con su revitalización. Además, se constituye en una especie de monitoreo y registro de la situación actual.
“Mediante la ejecución del certamen Nuestras Artesanías Tradicionales 2021, Entrelazando Saberes, se espera promover el conocimiento, la valoración, el registro, la documentación y la salvaguardia del oficio artesanal basado en la cestería, dando importancia a quienes lo están desempeñando, dónde se localizan, qué materiales utilizan, cómo procesan los materiales, cómo heredaron o aprendieron el oficio, la práctica de transferencia de conocimientos a las nuevas generaciones, y cuáles son los retos actuales de revitalización e innovación a partir de este oficio”, indica la información de las bases.
Según explicó Morales, existen algunas comunidades indígenas que aún mantienen la tradición del oficio. En el pueblo huetar esa es la artesanía más importante, presente en las comunidades Quitirrisí, en el cantón Mora y Zapatón, en Puriscal. En los pueblos cabécar y bribrí también se mantiene la cestería; objetos como las jabas, son parte de su tradición artesanal y cosmovisión. También los malekus tienen cestas tradicionales que hacen para utilizar en sus labores cotidianas; y en los pueblos ngöbes, se continúa practicando el tejido en sus tradicionales sombreros.
“Aunque se hubiera perdido la tradición de la cestería en algunas comunidades indígenas, existe la posibilidad de que investiguen esos conocimientos con las personas mayores y hagan una propuesta al certamen que no solo les permita participar, sino también revitalizar este oficio artesanal en su comunidad y generar un emprendimiento basado en sus tradiciones”, concluyó la funcionaria.
Más cestería y menos plástico. ¡Nos hemos llenado de plástico!, exclamó la funcionaria ante algunas personas reunidas en Zapatón de Puriscal. ¿Por qué no volver a las cestas de fibras naturales?, preguntó seguidamente, mientras doña Carmen Parra, asentía con la cabeza y una leve sonrisa.
Este oficio representa una tradición que expone los saberes ligados a la naturaleza, a un aprovechamiento sostenible desarrollado por las comunidades con el medio natural que les rodea, favoreciendo la práctica de las actividades cotidianas de las familias costarricenses y las economías tradicionales del país.
Tanto en el pasado, como en el presente, el oficio de la cestería se relaciona con prácticas sostenibles en actividades cotidianas, en labores productivas y comerciales; con mínimo impacto sobre el medio ambiente, mientras mantiene nuestra identidad en cada una de las fibras enlazadas. Esto hace indispensable fomentar este tipo de prácticas artesanales en procura de un medio ambiente natural, sano y con una mejor proyección hacia las futuras generaciones.
La sexta edición del certamen Nuestras Artesanías Tradicionales, como edición conmemorativa a los 200 años de Independencia de Costa Rica, representa una ocasión especial para reconocer el papel del oficio de la cestería en la historia de la conformación y consolidación del Estado costarricense, así como también en la nación que queremos ser.