Cristian Chaves UNA Sede Regional Chorotega
El 23 y 24 de setiembre se llevó a cabo el primer taller presencial: “Hablemos del Clima de La Cruz”, en las comunidades de Cuajiniquil, El Jobo y Santa Cecilia, del cantón de la Cruz Guanacaste.
Este taller forma parte de la formación y diálogo sobre la incidencia del clima del diario vivir y las formas de adaptación que estas personas de las comunidades pueden llevar a cabo para fomentar el desarrollo local. Como parte de las actividades se conversó con los pobladores de esas localidades acerca de la lluvia, el viento, la temperatura del aire y del mar del cantón La Cruz y se compartieron algunas proyecciones de cambio climático para esta zona.
Conocer sobre las características del clima de la región permite tomar mejores decisiones a la hora de sembrar, pescar y planear actividades productivas durante el año. Estas actividades se enmarcan en el proyecto interuniversitario de acción social VarClim, financiado por Consejo Nacional de Rectores (CONARE), con una duración de 2 años.
Las universidades de Costa Rica (UCR) y Nacional (UNA) están involucradas por medio del Centro de Investigaciones Geofísicas-UCR y el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (HIDROCEC), el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) y el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (CEMEDE), de la UNA.
El objetivo principal general del proyecto consiste en fortalecer las capacidades multidimensionales locales para una mejor toma de decisiones de desarrollo local y la adaptación a la variabilidad climática en el cantón de La Cruz, Guanacaste, Costa Rica.
Hugo Hidalgo León, investigador de la CigefiUCR precisó que “la zona experimenta pocos cambios en la lluvia, pero la temperatura sí ha ido en aumento y con ella en la región. Esto supone suelos más secos, afectaciones en la vegetación, impactos en la agricultura y en los recursos hídricos en general”.
La experiencia de Hidalgo en la investigación en el campo físico y pronósticos climáticos se combina con experiencia de la UNA en la acción social o extensión, lo cual contribuye a formar un buen equipo de trabajo para que todos aporten al proyecto con las ventajas particulares en cada especialidad, destacó el investigador.
Otras organizaciones involucradas.
Pável Bautista Solís, académico e investigador del CEMEDE, explicó que el proyecto VarClim trabaja en coordinación con el Comité Municipal de Emergencias, con la Municipalidad de la Cruz, con buen número de organizaciones de base locales, la Cámara de Turismo de Cuajiniquil, algunas asociaciones de pescadores como El Jobo, en Cuajiniquil, asociaciones de cámaras de ganaderos locales y también de productores agropecuarios.
Además, se pone especial énfasis al fortalecimiento de capacidades con los comités comunales de emergencias de El Jobo, Cuajiniquil y Santa Cecilia de la Cruz. Los principales beneficiarios son organizaciones relacionadas con cinco sectores en la economía local: pesquero, turismo, comunitario, hídrico y agropecuario, puntualizó Bautista.
Por su parte, Andrea Suárez, coordinadora del HIDROCER, manifestó que “la formulación de estos proyectos, responden a las necesidades de las comunidades y ayuda a prepararnos y adaptarnos para lo que estamos viviendo con respecto a variabilidad climática. Este acercamiento con las comunidades es fundamental: nos retroalimentamos de las experiencias y del conocimiento de las personas, así como del sufrimiento de lo que están pasando para poder salir adelante”, concluyó.