Autoridades impiden brindar masajes a turistas en zona pública de la costa
Trabajadoras denuncian que no se procede con igual firmeza contra la delincuencia
Un grupo de mujeres emprendedoras que laboran como masajistas en la zona pública de Playa Tamarindo (Guanacaste) criticó con firmeza la represión de las Fuerza Pública y de la Policía Municipal de Santa Cruz que les impide ejercer ese trabajo con acciones como el decomiso de las camillas y los materiales que se utilizan para realizar esa labor.
En la zona de Tamarindo unas 120 mujeres desarrollaron esa actividad económica aprovechando que ese lugar es sumamente visitado por clientes nacionales y extranjeros de varias partes del mundo.
Las mujeres –muchas de la cuales se han capacitado en academias como el Instituto Profesional Académico de Cartago y el Instituto Cosvic que ofrece cursos acreditados por el Instituto Nacional de Aprendizaje- brinda ese servicio para quienes buscan un ambiente saludable para reducir el estrés de la vida cotidiana.
Según Carolina Arias, quien reside en Playa Tamarindo y ejerce como masajista hace 10 años “la Policía del Ministerio de Seguridad Pública y de la Municipalidad de Santa Cruz nos trata como si estuviéramos cometiendo un delito. Lo único que estamos haciendo es ejerciendo un trabajo honesto, llama la atención que nunca proceden con la misma firmeza contra la inseguridad ciudadana que azota la región”.
“Pareciera que hay un ensañamiento contra las mujeres porque apenas vamos para la playa a trabajar montan todo un operativo como si fuera una emergencia nacional, pero si Ud. los llama por alguna emergencia en una casa salen con los mismos cuentos de siempre: “La patrulla está varada”, “No tenemos personal”, “No hay gasolina”, y otro montón de excusas. Hemos buscado conversar con el Alcalde de Santa Cruz, Jorge Alfaro, pero nunca nos atiende”, afirmó Arias en representación del grupo de afectadas.
Las trabajadoras –una gran mayoría madres solteras y único sustento del hogar con hijos en escuelas, colegios y universidades- señalaron que las camas decomisadas por autoridades policiales y del Ministerio de Salud nunca se devuelven a las propietarias y en caso de aquellas que quedan en manos del Municipio y de la Fuerza Pública se trasladan al Poder Judicial teniendo que pagar unos ¢40 mil colones para recuperarlas.
Doble discurso
Según la página oficial del Instituto Costarricense de Turismo (ICT) entre enero y marzo del 2024 al Aeropuerto de Liberia llegaron 318 732 visitantes la gran mayoría de ellos provenientes de Estados Unidos (228 631), Canadá (75 864) y Europa (10 537).
“Todos los días vemos como otras masajistas que trabajan para grandes hoteles de Tamarindo y lugares aledaños ejercen la misma actividad que nosotros también en la playa, pero ahí sí que la Policía Nacional y la Municipalidad no actúen con la misma severidad, entonces pareciera que hay un doble estándar que se aplica según sea la persona o la empresa. Nosotros lo único que pedimos es que nos dejen trabajar de manera honesta, incluso integrándonos en algún proyecto apoyado por las instituciones que atienden temas de la mujer que precisamente para eso están y reciben presupuestos de miles de millones de colones”, precisó Arias.
El llamado turismo Wellness (o de bienestar) que incluye segmentos como los masajes relajantes o terapéuticos, sesiones de yoga o meditación –entre otros servicios- representa un enorme mercado global valorado en $USD 639 billones de dólares al año y que crece más del doble que el turismo tradicional.