El residencial Espaveles, etapa 2, ubicado en Barrio Estocolmo de Santa Cruz, Guanacaste, acogió a las primeras 26 familias, de un total de 53, a quienes el Banco Hipotecario de la Vivienda les aprobó este financiamiento.
A menos de 1 kilómetro del centro de Santa Cruz, 26 familias cumplieron su sueño de tener casa propia con acceso a todos los servicios públicos, luego de que este viernes 9 de febrero recibieran sus llaves en el residencial Espaveles, etapa 2.
El Banco Hipotecario de la Vivienda aprobó el financiamiento de este proyecto por Ȼ1.606,8 millones con recursos del Bono Familiar de Vivienda, monto que incluye la compra de los terrenos, obras de infraestructura y la construcción de las viviendas. El proyecto está destinado para 53 familias; las restantes 27 recibirán sus llaves en las próximas semanas.
Al trasladarse a las nuevas viviendas, estas personas cambian situaciones de vida como vivir en zonas propensas a inundaciones, hacinamiento o pagar alquileres; por una urbanización accesible, cercana a fuentes de trabajo, y rodeada de diversos medios de transporte, comercios, centros educativos y de salud.
El gerente general del Banco Hipotecario de la Vivienda, Dagoberto Hidalgo Cortés, destacó la importancia del trabajo colaborativo entre el Banco Hipotecario y el MIVAH para hacer posible este proyecto, en conjunto con el Grupo Mutual, responsable de fiscalizar las obras y garantizar el buen uso de los recursos del bono de vivienda, así como la empresa constructora Compañía Inmobiliaria Synsa.
“Esta alianza público-privada es sinónimo de empleo para decenas de personas que viven del sector de la construcción; además, significa reactivación económica para la región, porque la vivienda de interés social genera encadenamientos productivos como transportes, alimentación, venta de materiales y actividad inmobiliaria y de consultoría, entre otros elementos”, agregó el Gerente.
Las casas están construidas con bloques de concreto; tienen un aposento continuo de sala-comedor-cocina y área de pilas y dos o tres dormitorios, según las características de cada familia y se encuentran en una urbanización con todos los servicios, calles pavimentadas, aceras y rampas, áreas para facilidades comunales y juegos infantiles.
Las familias que ocuparán el residencial viven en situación de extrema necesidad, cuyos ingresos no superan los Ȼ300.000 mensuales provenientes de trabajos ocasionales o informales, pensiones del Estado, pensiones alimenticias y ayudas de instituciones sociales.