Guanacaste enfrenta una serie de desafíos en materia turística, la mayoría de ellos recurrentes, pero que urgen de atención para poder seguir siendo un destino competitivo.
Y es que los retos no se solucionan con más visitantes o más vuelos, opinan algunos empresarios, es necesario tener la “casa” arreglada y preparada para recibir más turistas.
Bajo esta perspectiva, una de las deudas pendientes se relaciona con contar con infraestructura adecuada tanto en carreteras como en aeropuertos, principalmente en el Daniel Oduber principal punto de ingreso, donde el primer contacto del turista con el país no siempre es agradable.
“El recurso es limitado en aduanas y migración, la primera impresión que tienen el turista es una larga fila con un calor insoportable, sumemos la pérdida de tiempo en el proceso de aduanas, es incluso más caro para el turista aterrizar en Liberia que en San José y además el consumo dentro del aeropuerto es sumamente claro, situación que se ha denunciado en varias oportunidades sin lograr un cambio”, sostuvo Priscila Solano, ex candidata a diputada y ex presidenta de Caturgua.
Para Solano, es necesario mejorar no solo la infraestructura actual para que brinde las comodidades que merece un visitante, sino también para que su arquitectura sea inclusiva principalmente en personas con algún tipo de discapacidad.
En marzo de este año, se anunció la inversión de más de ¢5.660 millones para la ampliación del Daniel Oduber, principalmente en zonas que forman parte de la terminal de pasajeros, pero en Guanacaste consideran que estas mejoras han llegado a destiempo.
A criterio de César Jaramillo, gerente general de Coriport, con esa inversión la capacidad de pasajeros se multiplica. Ahora atenderá de 1,1 millones de personas a 1,7 millones en un lapso de tres años. Hoy en el aeropuerto operan 19 empresas, pero hay espacio para unas seis aerolíneas más.
Otro reto tiene que ver con la carencia de rutas alternas de Liberia hasta Nicoya, pues ante alguna situación de contingencia, no hay una vía para la evacuación en los alrededores del aeropuerto.
La infraestructura vial y aeroportuaria no es la única debilidad. También es vital la creación de oportunidades laborales que propicien el empoderamiento de los habitantes naturales de la provincia. El escaso dominio del idioma inglés continúa siendo el talón de Aquiles para
que muchos guanacastecos puedan tener acceso a oportunidades de empleo formal, además de la carencia de habilidades blandas vinculadas con el servicio al cliente.
Actualmente la tasa de desempleo alcanza el 9,7% en Guanacaste, a ello se suma que el ingreso promedio de un hogar en dicha provincia es 18% menor al ingreso promedio nacional, contrario a lo que sucede con la región Central que supera el promedio nacional en un 17%. Estos factores inciden en una migración hacia la capital en busca de trabajo.
Por otra parte, el faltante de agua restringe el dinamismo y en general afecta a todas las actividades económicas que se gestan en Guanacaste. Por ejemplo, la ampliación del acueducto del Coco-Sardinal- Ocotal tiene más de 10 años en un proceso que aún no acaba.
Mientras tanto, la Asamblea Legislativa aprobó a finales del mes pasado una moción para acelerar el trámite y aprobación del proyecto de ley para el desarrollo del Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del Río Tempisque y Comunidades costeras.
Este proyecto contempla la modificación de límites de la Reserva Biológica Lomas de Barbudal, la cual busca que los canales de riego que atraviesan dicha reserva se puedan utilizar para el suministro de agua en los cantones de Nicoya, Santa Cruz y Carrillo, solucionando de ese modo los problemas de escases.