En Costa Rica el 9% de la población es adulta mayor.
El 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, para destacar el cambio demográfico que está sufriendo la población mundial y la necesidad de crear nuevas políticas y programas que beneficien a los miembros de la tercera edad.
Esta celebración fue promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el año 1991 y tiene como objetivo promover políticas y programas públicos centrados en las personas de la tercera edad para que estas permanezcan mucho más tiempo, activas dentro de la sociedad.
En 2021, el lema de la campaña es: "Equidad digital para todas las edades", que pone de manifiesto la necesidad de que las personas mayores también participen en el mundo digital. La llamada cuarta revolución industrial ha transformado el mundo, y las tecnologías suponen una gran oportunidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero hay muchas personas que siguen desconectadas, sobre todo en los países pobres y en determinados sectores de población, como las personas mayores.
En Costa Rica y según datos de la CCSS, el 9% de la población es adulta mayor. Según la Ley 7935 toda persona mayor de 65 años es considerada adulto mayor y a partir de esa edad las condiciones de salud se tornan también especiales en función de su condición de fragilidad o buena salud.
¿Por qué celebrar un Día Internacional de las Personas de Edad?
En los últimos años los países miembros de la ONU se han percatado de un cambio demográfico que se está viviendo a nivel mundial, la población de personas de la tercera edad ha ido en aumento y se pronostica que para el año 2050 superará a la de niños.
Esta realidad es consecuencia de mejoras en el ámbito de la salud, políticas públicas y calidad de vida en general. Pero exige a los gobiernos la creación de programas que motiven a estas personas a permanecer activas y cumpliendo un propósito dentro de su comunidad.
Para lograr mantener activa y productivas a las personas de edad, la ONU propone dos caminos. El primero se encuentra enfocado en el cuidado de estas personas, con programas de salud, seguridad social, casas de retiros y sobre todo en la participación que tiene el núcleo familiar como eje principal en la salud psico-emocional de estos individuos.
El segundo camino pretende que estos ciudadanos se mantengan activos, produciendo un cambio positivo dentro de las comunidades, bien sea como asesores, como emprendedores o como maestros para las nuevas generaciones, debido a su amplio bagaje y experiencia práctica.
Fuente: diaintenacionalde.com y CCSS.