- UNFPA presenta estudio sobre el impacto de la COVID-19 en el acceso a los métodos anticonceptivos y en la atención a la violencia basada en género en Costa Rica.
- Presentación se dio con motivo del Día Mundial de Población, que este año llamó la atención sobre la importancia de dar oportunidades y derechos a todas las personas a los servicios de salud sexual y reproductiva y prevención de la violencia de género, aun en pandemia
La crisis originada por la pandemia COVID-19 ha cobrado un precio asombroso en personas, comunidades y economías, en todas partes. Pero no todo el mundo se ve afectado por igual. Las mujeres, que representan la mayor parte de las personas trabajadoras de la salud de primera línea, por ejemplo, están expuestas de manera desproporcionada al coronavirus. Las cadenas de suministro de todo el mundo se están interrumpiendo, lo que afecta la disponibilidad de anticonceptivos y aumentan el riesgo de embarazos no planeados. De igual manera, aumenta los índices de violencia contra las mujeres, niñas y niños, a medida que se interrumpen los programas de prevención.
En el país, en el marco del Día Mundial de Población, se presentó el estudio El impacto del COVID-19 en los logros alcanzados en la anticoncepción y el prevención y atención de la violencia basada en género en Costa Rica, producido y presentado esta mañana por la oficina nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). La presentación se realizó durante el conversatorio virtual: "Los derechos y las opciones son la respuesta", organizado en el marco del Día Mundial de Población 2021, cuyo tema este año giró alrededor de la importancia de continuar con los servicios y derechos sexuales y reproductivos, a pesar de la pandemia (Ver mensaje del DMP).
“El estudio reveló que el país podría haber retrocedido hasta unos cinco años en el acceso a métodos anticonceptivos de corta duración. Esto puede deberse a la falta de acceso a los servicios de salud, ya sea por las situaciones de confinamiento, por las labores de cuido que recaen principalmente en las mujeres (y que aumentaron durante la pandemia) o por falta de información”, afirma Paula Antezana, Jefa de Oficina de UNFPA Costa Rica. Otra razón es el aumento del desempleo y la pobreza, que imposibilitó a muchas mujeres que antes compraban sus métodos de forma privada, hacer frente a este tipo de gasto.
La actividad contó con la participación de Andrea Garita, Directora de Planificación del Ministerio de Salud; María Dolores Pérez, Representante de OPS/OMS Costa Rica; Dixiana Centeno, de la Gerencia Técnica del Patronato Nacional de la Infancia (PANI); Tatiana Blanco, del Proyecto Clínica Comunitaria en Alajuelita, Gabriela Arguedas del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica y Elena Zúñiga, Directora de País de UNFPA Costa Rica.
También se presentó un video con la historia de mujeres que no tienen acceso a la seguridad social y cuya salud sexual y reproductiva es atendida por dos clínicas comunitarias que operan con trabajo voluntario en Alajuelita y La Carpio. (Lea historia sobre clínicas comunitarias).
Conclusiones en salud sexual y reproductiva
- El consumo de métodos anticonceptivos en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), en general, ha disminuido en más de 1.000 mujeres en comparación con el año 2019. El
- consumo de pastillas, inyecciones y condones masculinos se mantuvo o incluso disminuyó a número similares a los de hace 5 años.
- Los métodos de larga duración eliminan la necesidad de adherencia1 de las usuarias. Esto las protege de un embarazo por más tiempo. Quienes usaban estos métodos (el DIU, el implante subdérmico) han continuado protegidas a pesar de las limitaciones para acceder a servicios de salud o los temores que se han reportado para visitar centros de salud y el temor al contagio del COVID-19.
- El aumento de la pobreza y el desempleo, acrecentadas a causa de la pandemia, podrían estar repercutiendo también en el gasto de bolsillo de las mujeres para la compra de anticonceptivos, incluso alcanzando una situación más desfavorable que hace cinco años.
- No hay indicios claros que demuestren un aumento de los embarazos en niñas y adolescentes, no obstante, aún no es el momento de concluir al respecto porque no hay datos que evidencien nacimientos producto de embarazos durante la pandemia
Conclusiones sobre atención a violencia contra las mujeres
- La implementación del teletrabajo, del estudio en casa y la forzada adaptación del espacio del hogar, trajo consigo cambios profundos en la dinámica familiar.
- Por el cierre de escuelas, las madres de niños y niñas en edad escolar sin opciones de cuido, han tenido limitaciones en el acceso a los servicios del sistema de atención de la violencia.
- Las labores de cuido y el involucramiento parental educativo pedagógico son asumidas por mujeres, quienes asumieron “una especie de triple jornada” (IIP).
- Muchas mujeres tenían miedo de salir y contraer el virus o tuvieron limitado acceso los servicios de forma virtual. La persona agresora podría estar cerca y por lo tanto generar inseguridad de buscar ayuda.
- Las redes de atención a la violencia y el INAMU, brindaron información sobre el acceso a los servicios en la pandemia desde diversos frentes.
- Desconocimiento acerca de cómo acceder a los servicios virtuales o carencia de información sobre qué hacer ante una situación de violencia, a dónde acudir.