- Aplique 5 acciones en casa para que la población infantil progrese y se fortalezca.
- Comunicación, respeto, negociación, involucramiento y estimulación son clave en todos los tiempos.
La crisis provocada por la covid-19 deja secuelas en la economía, la educación y el desarrollo de las personas, pero si no se abordan los efectos que deja la pandemia en la población infantil se auguran severas consecuencias en las personas del mañana.
El doctor Max Figueroa Malavassi se desempeña como jefe del servicio de Psiquiatría y Psicología del hospital Nacional de Niños y en un día como hoy, que se conmemora el Día Internacional de la Infancia, ofrece 5 consejos a los padres y madres de familia para que fortalezcan a sus hijos e hijas en momentos tan cruciales como los que vive Costa Rica y el mundo.
“Si en el núcleo familiar se aborda de manera proactiva, asertiva y dinámica las consecuencias emocionales y psicológicas, provocadas por la pandemia en la población infantil, serían menos nocivas y destructivas en los estudiantes, trabajadores y profesionales del futuro. Si no se trabaja en equipo para mitigar los efectos de la covid-19 las repercusiones serían muy graves en las generaciones del mañana.
El doctor Figueroa propone que en todos los hogares de Costa Rica se trabaje en acciones concretas para fortalecer a los niños, niñas e incluso personas adolescentes.
Esta invitación incluye 5 acciones fáciles de aplicar, son medidas que no cuestan dinero, ni actividades extrafamiliares para que la población infantil progrese y no se estanque.
Comunicación: sirve para establecer contacto directo con las personas, permite el acercamiento con los integrantes de la familia y romper las barreras afectivas. La buena comunicación conlleva a la comprensión, al desahogo, a la liberación de frustraciones y vincula la unión, el afecto y la empatía. Comunicarse bien no es hablarle a un menor desde la cocina y mientras el otro está en la cochera; sentarse cerca y compartir pequeños momentos dejarán grandes fortalezas.
Respeto: términos como gracias, por favor y con mucho gusto fomentan el respeto dentro del hogar. Por el contrario, los gritos, las palabras hirientes y las amenazas rompen las oportunidades de diálogo y paz dentro de las familias. Piense en cómo quiere que sea su hijo en el futuro, conviértase en un modelo positivo a seguir y promueva actividades que robustezcan la armonía en el hogar.
Negociación: no imponga reglas, decisiones y o ejecute cambios en su hogar al calor de momentos de enojo. Es importante que primero trabaje consigo mismo para entablar una conversación con las niñas y niños. Proponga sus razones y escuche las de ellos. Explique sus ideas sin que sienta que por ser papá o la mamá tiene el control y la razón.
Involucramiento: participe a sus hijas e hijos de proyectos beneficiosos para toda la familia. ¿Cómo pintar la casa?, ¿qué paseo podemos hacer? ¿Nos ayuda a embellecer el jardín? Acciones como cambiar un electrodoméstico por uno nuevo, tapizar los sillones de la casa o sencillamente pensar juntos ¿qué preparar para la cena? Todo esto puede convertirse en oportunidades de diálogo familiar. Involucre a los menores, sus aportes son creativos, inteligentes y prácticos.
Estimulación: Trabajar en la estimulación de sus hijos es fundamental para el desarrollo y crecimiento de los más pequeños. Haga partícipes a los niños de la preparación de una ensalada ellas y ellos se sentirán útiles con solo el hecho de lavar las lechugas, los tomates y las frutas.
Las personas responden a estímulos; “si ayuda con el orden en la casa podremos ir a dar una vuelta en bicicleta con todo y mascota; si colabora con la limpieza del jardín traeremos a casa su planta favorita”.
“Las pequeñas acciones fomentan los lazos de familia, la convivencia pacífica y la y el buen vivir, en momentos tan necesarios, para que todas las personas ganen paz, armonía y felicidad. Niños felices hoy: personas exitosas mañana” doctor Max Figueroa Malavassi.